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jueves, 15 de diciembre de 2011

ECOS DE SAN AGUSTÍN

No estoy seguro de si el gran Agustín de Hipona haya salido ya en este blog.Conocido en latín como Aurelius Augustinus Hipponensis) (Tagaste, 13 de noviembre de 354 – Hippo Regius, 28 de agosto de 430)ya le dedicamos bastante tiempo en aquel segundo trimestre de filosofía medieval en el curso 2001-02. Nuestro profesor, que vivía en puerto rico, nos explicaba en el campus murciano de Espinardo el trivium, el cuadrivium y las meditaciones sobre Dios. Hoy fui al Macba que, por sorpresa para mi, nos ofrecía una conferencia sobre pensamiento neoliberal. Y con el conferenciante era serio y francés y además se quería explicar bien, comenzó por donde debía(algunos dirían que quizás habría de haber comenzado por los griegos, as usual). En aquella hora crítica en la que Roma caía y todos los cimientos de la antigüedad entraban en crisis, San Agustín trataba de buscar luz en la obscuridad, como diría Dylan, Shelter from the strom. Y en sus devaneos andaba cuando descubrió la clave de sus sistema, de su cosmovisión, de su antropología: la caritas. Adán, como sabemos, estaba en el paraíso. Pero quiso establecerse por su cuenta y pensar por su mismo. Graso error. Dios lo castigó y lo hizo mortal, lo llenó de trabajos y enfermedades. Además lo maldijo con la concupiscencia, con un deseo infinito que nunca podría controlar ni satisfacer. Pero, en su magnanimidad, le dio la cáritas. Este ser incompleto, infeliz, puede ser humilde. Esta es la clave de la sociedad cristiana, la sumisión a Dios y a la iglesia....de aquí derivó la ética aristocrática, de la nobleza medieval, que daba feudos como don a cambio de vasallaje. Mucho más tarde una tropa se Escoceses, entre ellos Adam Smith y mi amigo David Hume, trataron de encontrar una solución a esta visión de la condición humana para que funcionara la economía. Necesitamos reconciliarnos con la avaricia, con la voluntad de poseer, tan ajena al mundo católico. Mediante la razón puedo poner freno a mi deseo, al menos en parte. Lo transformo de hecho en interés. Y el interés no es tan solo menos deleznable que el deseo incontrolable de dominar, de poseer, sino que además es aceptable para la sociedad porque el interés es compaginable. Notemos que es la razón la clave. Fue la manzana que Adán se obstinó en probar y ahora vuelve para vengarse. Y llegamos a Benjamin Franklin y sus amigos....en intercambio interesado sustituye a la cáritas y nos deja al pie de los caballos del mundo consumista actual, con sus deseos fulgurantes rápidamente satisfechos por el bien del ciclo de vida del producto. No obstante, toda esta visión de los primeros liberales modernos fue rápidamente cuestionada: apareció el romanticismo y su reivindicación de la pasión total, ensimismada o totalmente dirigida a los otros. Así apareció el amor enfermizo y radical del joven Werter, ya comentado por aquí. También aparecieron los socialistas que quería, por el interés de clase y no por el interés individual, acabar con los intereses privados, esto es, con la sociedad de clases. Se hace tarde...no somos capaces de permanecer por más tiempo con el conferenciante, Michel Feher(http://fr.wikipedia.org/wiki/Michel_F%C3%A9her), lúcido, que se explica muy bien. Le damos las gracias y abandonamos el Macba para enfilar la calle tallers y ir volviendo hacia el eixample. Una noche más de otoño, ya de las últimas.Seguimos cavilando....

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