Más sobre vida líquida. Encontré a Bauman en un artículo de la Verdad que comentaba su libro Does ethics have a chance in a world of consumers?(o algo así).Esta de moda. Y también lo está la vida rápida, el take away. Hoy en día nadie puede confirmas nada...vivía en Sant Martí pero me dieron 10 días para irme. Se acabó el contrato, el acuerdo es precario.
Nadie hoy puede confirmarte nada...quedo con unos amigos para ver el barsa. Ni a dos días vista se puede asegurar que alguien acudirá. Todo está en el aire. Mi amigo me dice que seguramente sí, pero que está haciendo entrevistas en su piso porque alguien se va y alguien nuevo ha de venir. El alguien que puede que vaya a ver su piso impide que nosotros nos veamos seguro. Por tanto yo debo avisar a los otros contertulio solo con algunas horas de antelación y quizás ni eso...
Quedo para jugar al tennis. Mi supuesto y presunto compañero me manda un sms. Hasta el día del partido no sabrá si a las 19h podrá jugar. Tremendo. Los trabajos son temporales, nadie se liga a la empresa ni la empresa se vincula realmente por nadie.
La mariposa china puede volar, las bolsas bajar, el consumo retraerse y vaya usted a saber si en 30 segundos no se va a la porra mi partido de tennis. Yo sobre este asunto quiero dejar mi queja. Llamenmé conservador, que no reaccionario.
No puedo indicarte con tanta antelación cúal será el tipo de interés en ese momento. Me dice mi banco...y yo no puedo indicar nada a mi banco. Esta dinámica es fuerte e imparable. En las relaciones pasa lo mismo...todos está y no está con su supuesta pareja, buscan sin parar los posibles recambios. Quien sabe si el mercado immobiliario de Nabia se va a desplomar y por tanto me despedirán, me iré a otra y claro, cambiaré mi móvil. No hay compromiso de permanencia que valga...mi móvil, mi reloj, mi ropa, mis amigos. Antes de que me cuenta lo habré cambiado todo. ¿Seré el mismo?. Recordemos a Heráclito: "El canvi és permanent"
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