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lunes, 21 de febrero de 2011

LA CRISIS DEL AMOR Y LA IRONÍA DE BARCELONA



Volvemos por el CCCCC que nos tendrá entretenido algunos Lunes más con su conferencia habitual. Ramoneda sigue trayendo gente interesante. Hoy hablamos de la crisis del amor. La ponente se llama Eva. Copio aquí el programa:

Avui a les 19.30h retransmissió de la conferència «L'amor, la raó, la ironia» d'Eva Illouz.La hablante de hoy viene de Jerusalem y nos quiere hablar del destino moderno de la afectividad. Se centra sobre todo en el amor hombre-mujer. Yo pensé que hablaría más del amor a las causas pero la conferencia sobre el compromiso ya fue otro día. Paso a resumir la notas del rollo que fui tomando:

La pregunta clave de la modernidad, que la pone a prueba, es si la razón cumple con la demanda básica que se le hace, esto es, si es capaz de crear sentido, de dar sentido a la vida. ¿Qué dialéctica se establece entre esta razón de la ilustración y el amor?. Cita a Weber y Burke al hablar del amor premoderno, más radical, no intercambiable. Lo compara con el mundo moderno y nos presenta un panorama sobrío: nadie cree en el amor radical, vivimos en un mundo desencantado, no hay experiencia mística hacia el otro. El amor como sacrificio, como búsqueda de lo absoluto, se ha esfumado. ¿Qué ha pasado?. Mucha racionalización y mucho freud. El amor se interpreta como la compensación del sentimiento oceánico perdido, es un anhelo del todo o de la relación perdida de armonía con los padres. La sociedad nos ha invadido y ha impuesto su utilitarismo, la racionalidad de lo provechoso.

¿Qué fue de aquel amor que se mantenía incluso ante la total indiferencia del amado y la nula posibilidad de hubiera relación de ningún tipo?. Nos está machacando el contractualismo social. La vida política es cálculo de reciprocidad. El sentimiento retrocede y nuestra vida privada se parece más a nuestra existencia pública. Las tecnología de la elección, el facebook, nos llevan a una búsqueda más racional de la pareja. Hoy pedimos mucho, sabemos lo que buscamos, somo consumidores exigentes, conscientes de la gran variedad de productos que representan los otros, nunca el otro. Todo se hace consciente, se pierde la epifanía, lo inefable.

¿Dónde quedó aquella conciencia del otro incognoscible, inaprehensible?. Este el es momento y el lugar en que decididamente entra en juego la ironía. El irónico hace como que no sabe sabiendo, quiere sin querer, sabe que el amor total ya es imposible. Pero bien, para ir viviendo hace "como si". La vida de hoy es un como si. Scheegel, o más bien Karl Wilhelm Friedrich von Schlegel y Sorenn kieerrrkegarddd ya lo sabían. La ironía está en el centro del mundo nuevo...

Acaba con platón recordando aquello: "The love for the ideal is the path of Knowledge and reason". Perseguir la idea del amor es conocerlo y amarlo. La tensión entre la razón y el amor ha quedado así dibujada.

Y yo digo, para terminar, muy bien, muy bien todo. El mundo desencantado parece desapasionado, aburrido, nadie da valor a nadie ni a nada. De acuerdo, estoy hay que remediarlo. Pero recordemos el otro extremo. La vida de la edad media estaba dirigida al absoluto, igual que el amor del romántico Werther. Ciudado...ni uno ni otro. Caída la diosa razón del altar llegemos a un compromiso para seguir siendo humanos y comprometernos, prudentemente, con las causas justa.Eva yo me quedo con Aristóteles. A más ver.

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