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lunes, 7 de febrero de 2011

ME E L'ITALIA



Buscando folletos que me lleven a alguna parte en el Hall del Institut français(carrer Moià,8)encuentro uno del instituto italiano. No sabía que existía. Lo cojo y más tarde lo ojeo. Me entero que este 2011 hace 150 de la unificación italiana(1861-2011). Esto es, no hace prácticamente nada.

Precisamente recuerdo que el tema que hice en la selectividad fue este: las unificaciones alemana e italiana. También nos la quisieron pegar con un comentario de texto de Napoleón III...entre napoleones andaba el juego. Yo saqué un 8 pero seguro que muchos picaron. Pero esa es otra historia.

Siempre me he llevado bien con los italianos. Son gente cordial, de fácil reir. Podría decir sin temor a equivocarme que algunos de los mejores amigos que he tenido son italianos. Parecen dotados para el lado positivo, para la jovialidad, para el cachondeo que también nos va a los españoles. Desde luego para mi son los menos extranjeros de los extranjeros. Es más muchas veces me encuentro más cerca de ellos que de los españoles de Norte. Pero bien, esto son tópicos, ya se sabe, el mare nostrum,etc. Los nombres romanos de la familia acaban de dar un aire, como decir, convivial, todo queda en casa después de todo.

Siempre que conozco un italiano me pongo a cantarle el Himno(me sé la letra, por lo menos ellos tienen una)y a hablarle de Bruno Vespa y del Porta a porta, programa de tertulia política mezclada con modelos explosivas. Era increíble ver a Massimo D'allema o Piero Fassi intervenir comentando la reforma de la constitución y luego, al segundo después, ver como tomaba la palabra Naomi Campbell para disertar sobre el ideal de belleza masculina. Recuerdo un extraño y fascinante programa que se llamaba Sotto Voce. Un entrevistador de unos 40 y pico entrevistaba a una quinceañero guapísima. La adolescente de turno era recorrido por unos planos minuciosamente preparados para mostrar la fascinación que los italianos sienten por la donna.

Sobre la lengua dos cosas: la entiendo de forma natural, incluso distingo los tiempos verbales sin pensar...me fui acostumbrando a escuchar la RAI. Eso si, escrita es una lata.

Y por supuesto es raro el día que la palabra Berlusconi no salga en alguna conversación. Desde luego este hombre es un fenómeno inigualable que no pretendo valorar hoy. Bueno, pronto les comentaré que tal por el centro italiano.

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