www.ara.cat/

lunes, 4 de junio de 2012

EL PALAU ALÓS Y LA CONCERTACIÓN TURBULENTA

Hola de nuevo. Ayer Domingo, siguiendo la agenda de butxaca.com, me acerqué a conocer otra infraestructura cívico cultural de nuestra ciudad de Barcelona. Se trata del Palau de Joves Alós, situado en carrer de Sant Pere més alt, 55. El acontecimiento-excusa es una jam de música africana. He pasado algunas veces por delante ya que este es un de mis recorridos naturales desde el Arc de Troimf hasta el centro; llego a la vía Laietana atravesando el Born. Entro en el edificio unos diez minutos antes de la hora. Comienzo a imbuirme del ambiente: una sala wifi llena de niños inmigrantes que chatean y facebookean si para, al tiempo que miran sus móviles y mueven las teclas de forma ultrarápida. En seguida me doy cuenta de que el lugar esta regentado por jóvenes autóctonos, catalano parlantes y de pantalanos anchos y estética alternativa. Me siento a leer mi libro de turno sobre la edición. Otra sala más apartada hace las veces de biblioteca de barrio, aunque también abunda el portatileo efervescente, amenizado por bips que marcan el ritmo de la llegada de los mensajes espumosos de nuestra juventud hipercomunicada. Todo el centro está trufado de carteles que invitan en catalán a la convivencia, a la construcción de una cultura cívica, a la emancipación y a la integración mediantes actividades vecinales compartida. Y es que estamos en el distrito de ciutat vella, área que contiene gran parte de la inmigración de la zona centro. Es Palau es otro intento de la burguesía catalana de ofrecer un lugar dotado de unas ciertas infraestructurar donde ofercer sus metáforas integradoras a la grey foránea. Los anuncios son mútiples: talleres de batucadas, intercambio de habilidades, cocinas varias para compartir, encuentros multiétnicos, exposiciones....el concierto de hoy es una clara apuesta de reconocimiento a una cultura venida de fuera, la africana. Supongo que el propósito es cohesionar a los extranjeros con los autóctonos mostrándoles que se les da un espacio y se les ofrece la posibilidad de abrir su cultura al resto de la sociedad, construtyendo así entre todos una comunidad multipolar, multiplástica y multimulti. La idea es buena y encomiable, que duda cabe. Pero pronto surgen problemas...unos niños bastante pequeños empiezan a crear problemas, a hacer ruido, a arrastrar sillas, a jugar a pegarse,etc. El noi-regente les pega el puro y les suela una arenga cívica en castellano, conminándolos a abandonar el recinto si no deponen su actitud. Pero no se acaba aquí las dificultades; el público entra y sale, el concierto se retrasa, la sala está vacía. Yo dudo si quedarme o no...no quiero ser uno de los únicos tres espectadores. Parece que un macroconcierto gratuito se celebra muy cerca en la explanada de Monsieur Companys, en el contexto del primavera sound. El supraevento, finaciado por el ayuntamiento se come al público menor de este centro cívico. O almenos esta es la explicación-excusa de una chica maja, la organizadora, que hace esfuerzos para mantener el encuentro a flote. Viendo que la cosa va a tardar en animarse decido "tirà-pel-dret" y leer en otro lugar. Ya tengo mi noticia del día, mi ansia tintín ya está "apaigavada". ¿Se celebró el concierto?, ¿Se puso una piedra más en el lento arte de la educación y la convivencia?. Tal vez sí, tal vez no...quizás la próxima acción tendrá más exito. Sin embargo, esta tarea es fundamental y me gusta saber que la ciudad condal no ceja en el empeño. ¡Larga vida al Palau Alós y a la convivencia en la civitas!.

No hay comentarios: