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lunes, 19 de marzo de 2012

BEATUS ILLE

Parece que últimamente caigo muy amenudo en los despistes, en la distracción del leer que es el escribir. Esta verborrea de teclado me impide pasar un día sin escribir algo aquí. Puestos a volver a aburrir al lector haré de nuevo una macedonia. Empecemos por el final. Me parece extraño que, creo, no haya ninguna charla del Ateneu Barcelonès en este blog. Hace tiempo que vengo asistiendo a los numerosos actos culturales de esta venerable sede, todo un clásico. Borges, escritores portugueses, el renacimiento, Artur Mas, las políticas culturales de la UE y algunas historietas más pueblan mi memoria, ligando a este templo múltiples ideas y desvaríos. Pues bien, hoy se habló de "El abuelo", esto es de Carlos Marx. Pocos pensadores han sido más influyentes en la historia, esto es bien cierto. Recuerdo que hace unos diez años heredé de mi abuela una especie de revista con las fotos de los 100 personajes-filósofos de la historia, o algo así. Me dediqué a recortar algunos y pegarlos en mi cuarto. Debajo de la cara venía el nombre, la fecha de nacimiento y de muerte y tres líneas de explicación. Pues bien, años después los saqué casi todos, incluido a Niezzthceache, que escondí tras una botella vacía de ginerbra que guardaba en un estante. Conste qu eno he leído apenas más que dos líneas de este filósofo terrible. El abuelo, sin embargo, permaneció y permanece en sus sítio. Es el único que aguantó en paso del tiempo en mi selección particular. Recuerdo haber comprado el manifiesto comunista en una edición baratilla y cutre en la peculiar librería-fotocopiería-papelería Gamma, todo un emporio situado cerca de la UA, enfrente del tanatorio de San Vicente del Raspeig. Vivía yo por aquel entonces en la olvidada residencia Ezme. Pero bueno, creo que he ilustrado ya suficientemente la presencia de Marx en mi vida. Además, y este es un dato clave, una y otra vez acabo explicándo sus rudimientos en las historias del mundo contemporáneo de ESO y Bachillerato. El invitado en esta ocasión a dar la conferencia fue el joven doctor de la UdGerona Oriol Farrés. Estuvo más bien discreto; reinvindicó una relectura de Marx sin contaminaciones de los acontecimientos y dogmatismos posteriores. Nos explicó la teoría del valor de uso y de cambio y algunas historietas más, como los cotilleos de Don Carlos sobre los idealistas alemanes y tal y cual. Pero no entró en el meollo, en es asunto de la lucha de clases, la dictadura del proletariado y toda la pesca. Et pour cause!. En el turno de preguntas algunos viejos del lugar avalaron el intento de operación de rescate. No mucho quedaré del acto en nuestra memoria. Dos apuntes breves más: fui a la interesante librería Claret, que toma su nombre del beato Antoni Maria Claret i Clarà. Muy interesante lugar para observar la potencia editorial del catolicismo(recuerden la pequeña libreria de la Abadía de Montserrat de la que hablamos aquí). Había un programa de actos y una sala de conferencias interesantes. Iremos a alguna. Está muy bien que una librería hayan secciones de "Hagiografía". Por último pongo algunas fotos de una excursión dominical que se centró en Lluchmajor, el parc de la Guineueta, el barrio de la prosperidad y can Dragó. La tarde acabó con una de Bigas Luna en la filmoteca. Llegué de rebote y no salí muy contento.

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