miércoles, 1 de junio de 2011
VOLVER: TOKIO-BARCELONA O EL LÍMITE DE LA CIUDAD
Hace tiempo que no escribe, dirán.Pues sí, hemos estado con elecciones, exámenes de fin de curso y movidas varias. Y aunque queda algo de trabajo ya todo viene cuesta abajo.Hoy vuelvo a escribir...casi sin saber por que, una extraña necesidad me hace revenir por aquí, coger el teclado e ir dándole a la palabra. Decía Fuster: "Els llibre no supleixen la vida però la vida tampoc supleix els llibres". Pues algo parecido pero con la manía de escribir parece sucederme a mi. Tema, tema, tema, tengo que buscar un tema para escribir en el fondo sobre nada, para escribir sobre el escribir. Ya lo decía una entrada de tiempos difíciles: "nada que contar, mucho que decir".
Bueno, de los muchos temas acumulados elijamos uno. Como indica el encabezamiento de la entrada hablaremos de ciudades. Ese gran invento humano, relativamente reciente, la ciudad. El apelotone, el mogollón, el gran centro de intercambio y, hoy en día, sobre todo de consumo. Y aquí viene a la mente una de las lecciones que aprendí en Tokio. Allá se puso de manifiesto la fragilidad del sistema, lo antinatural(si me lo permiten)de la urbe, las consecuencias fatales que puede tener este apelmazamiento monstruoso que suele ser la ciudad. Sobre todo cuando hablamos de una megalópolis de 30 millones, que quizás solo rivaliza con Ciudad de méjico. Este dato viene corregido y corroborado por wiki. Tokio con 34 millones es la mayor del mundo unos diez millones por encima de la china Cantón, que está por delante de Seul y Delhi. El DF sale por detrás de Bombay en sexto lugar.
Pero si yo he podido ver lo que es el semiínfimo caos de circulación tras el terremoto aquel imaginen las catástrofes que tenemos en la historia de las crisis urbanas. No obstante, tenemos pasión por las ciudades, que son el nido de la virtud cívica, de nuestra cultura de libertad política, base del republicanismo.Solo en las polis nace el ideal del ciudadano libre e igual, deliberante y capaz de gobernarse a si mismo. Et pourtant...me vienen a la memoria aquellas clases de historia medieval rolleras, llenas de datos inútiles y de crisis provocadas por la peste negra de 1348(una de las pocas fechas que no se pueden olvidar aunque se quiera). Y es que este centro de cultura, de intercambio y consumo como decía, con su complejidad y sus conflictos, sigue fascinando. Por primera vez hace muy poco leía que ya el número de personas que viven en la ciudad sobrepasa el 50% de la humanidad. Dato muy relevante. ¿Aguantaremos el tirón?.Ayer veía un vídeo en un 1º de la ESO que ilustraba como las masas de campesinos empobrecidos acudía a la Roma que acababa de vencer en la última guerra púnica. La destrucción de la figura del ciudadano-campesino-soldado fue la ruina de la república. Los graco, asesinados, poco pudieron hacer. El imperio trajo otra forma de dominación que creó engendros como Nerón, el loco de Nerón que se creyó un dios. La crisis del imperio fue la crisis de las ciudades y con ella vino la forma medieval de vida, se diga lo que se diga, mucho más pobre y obscura cultural, política, económica y climáticamente que la edad antigua y que el renacimiento. Pues eso, sigamos pensando la ciudad porque del futuro de nuestras polis depende el avenir de la humanidad.Sea
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