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lunes, 8 de agosto de 2011

HOLLANDIA(IV): TIERRA PARA PENSAR



País de la tolerancia. Ciertamente no he notado aquí la presión de las leyes y las múltiples advertencias sobre ellas que viví constantemente en Reino Unido. Recuerdo que en Liverpool, tras comprar un adaptador para mi enchufe y decirle a la staff de turno que no quería bolsa, me dijo que sí, que me lo ponía en ella porque era necesaria "for security reasons". Tampoco se nota ese formalismo en las relaciones personales y derivados que se ve en Francia, donde me han llegado a corregir vehementemente errores lingüísticos en tiendas de sello. También es cierto que en Alemania no noté mucho el peso de las leyes y obligaciones sociales. Bueno, aquí cada uno va a la suya y se nota en la calle. No te pasan por encima pero tampoco se paran si te golpean por la calle. La cordialidad, el danke well, es la normal, quizá algo mayor que en España.

Quería hacer otro post sobre el miedo al mar, pero lo incluyo aquí. En el pier de Schevingen leo unos carteles que explican su remodelación. Se muestra el temor a la subida de las aguas debida al cambio climático. Y es que esta nación, experta en diques y canales. Ha salido del mar. Bien claro lo deja wikipedia: Es un país muy llano. La mitad de su territorio, la región de los pólders (tierra ganada al mar), está por debajo del nivel del mar y dos quintas partes están entre 0 y 5 msnm. Es una altiplanicie litoral. Esta zona es continuación de la llanura de Europa septentrional, en la que abundan landas, colinas, arenales y pantanos. Sólo hay pequeñas colinas hacia el sur y el suroeste. Su altura máxima es el Vaalserberg, que alcanza los 321 msnm, en la provincia de Limburgo.

Estas tierras en la Europa prehistórica y medieval, fueron grandes extensiones de aguas estancadas inundadas o simplemente partes del mar. Sus habitantes han aprendido a luchar contra el agua y ir ganando terreno. Casi siempre a la defensiva, este país pequeño que tan bien ha sabido explotar sus destrezas marineras, como ya vimos, ha sido tradicional refugio de pensadores, especialmente en la edad moderna. Pronto se apuntó a la moda del protestantismo, iniciada por el amigo Martín y sus 95 tesis de 1517. Es evidente que tras la querella religiosa estaba la voluntad política de los príncipes alemanes y de las Provincias Unidas de independizarse de los católicos dominantes de sur. Sea como fuera, estos lugares se convirtieron en el ambiente ideal para aquellos que querían pensar más allá de los escritos religiosos. También fueron estas tierras refugios de judíos, que huían de lugares más intolerantes, como la cerrada y dogmática España de Felipe II y su índice de libros prohibidos.

Los dos ejemplos más conocidos,Spinoza: Baruch de Spinoza (también escrito Baruj de Spinoza) (Hebreo: ברוך שפינוזה, Latín: Benedictus de Spinoza, Portugués: Bento de Espinosa), (Ámsterdam, 24 de noviembre de 1632 - La Haya, 21 de febrero de 1677) fue un filósofo neerlandés, de origen sefardí portugués, heredero crítico del cartesianismo, considerado uno de los tres grandes racionalistas de la filosofía del siglo XVII, junto con el francés René Descartes y el alemán Gottfried Leibniz. Spinoza es el ejemplo perfecto del conflicto entre la razón y la religión. Y que decir de las andanzas de René Descartes. Todos recordamos con pasión aquella descripción del Descartes huido a Holanda, con la mantita, sopesando la hipótesis del genio maligno, que daría paso al Cogito. De nuevo es pertinente citar a wiki, que nos dice: En 1628 había decidido instalarse en los Países Bajos lugar que consideró más favorable para cumplir los objetivos filosóficos y científicos que se había fijado y residió allí hasta 1649.

Un apunte final: de nuevo escribo esto desde la biblioteca de la Haya. Lejos de los apacibles salones, donde contemplamos por la noche como ven la tv o navegan por internet, no parece la biblioteca, paradójicamente lugar para pensar y leer. Delante de mi una pareja dialoga mirando un libro distraído, detrás un señora de unos 50 manda y recibe mensajes y llamadas sin parar, mientras lee el Hola en versión española. De sus conversaciones en holandés y la forma que tiene de mirar el texto se deduce que no puede leer nada y se contenta con mirar fotos de nuestra princesa. Dos mesas más allá, alguien aprovecha el wifi gratis para hacer una vídeo conferencia en lengua árabe. En el pasillo de al lado un vigilante de seguridad dialoga sin problemas con una dama, tres mesas a la izquierda, un sujeto come sin cesar un crakers de maiz, haciendo un ruido constante y difuso. Y es así como, una vez más, cabe replantearse los tópicos. Reconoceremos no obstante, el valor de la tolerancia de estas gentes en materia de derechos de homosexuales(fue el primer país en aprobar el matrimonio gay)y legalización de la eutanasia(batalla dura en toda Europa aún en estos momentos). Sin mencionar el gran derecho del que toda Europa habla cuando piensa en Ámsterdam: los cofee shops.

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