Hola. Tal y como dije aquí el mundo se apptualiza y, igual que hice con el kindle, yo participo de la revolución tecnológica con curiosidad, desconfianza, fascinación y voluntad de análisis. Como saben compré un sony ericsson xperia V. Ahora sé lo que es ir por la calle siempre con internet. Miro el país, el as, entro en youtube, veo vídeos, el gol del cska al madrid en el minuto 93'. Voy zombi por ahí, cruzo la calle sin mirar casi y me siento más poderoso al poder estar siempre, en todo momento, consumiendo contenidos seleccionados por mi. ¿Qué me pierdo, qué perdemos?. Desde luego espontaneaidad y atención al mundo. Ya no pregunto por los sitios, llevo encima google maps. Ya no miro la calle, no veo los locales, a las personas, las bicis, los cruces, los perros, el urban art...ya no veo lo que hay sino lo que quiero. Eso sí, lo que veo es un resumen pobre del mundo: las versiones para móvil de todas las páginas son reducidas, resumidas, hiperbólicas, pobres. Y pierdo mucho tiempo cargando páginas que no funcionan, que se bloquean...por no hablar del wasap, en el que acabo de iniciarme.Es una especie de messenger en el móbvil que ahora lleva todo el mundo. Cada vez nos sentimos más infinitos, menos corpóreos, más poderosos. Tengo acceso siempre a lo que quiero cuando quiero. Evidentemente el principio de realidad, el trabajo, las enfermedades, la vejez y la muerte desmienten todo eso. Pero no perdamos de vista la potencia de esta sensación de inmortalidad y ubicuidad. Las nuevas generaciones, los alumnos que aprovechan cualquier despiste para mirar su móvil en plena revolución rusa, no podrán escapar nunca a este influjo.
En otro orden de cosas, hoy hemos hecho una breve visita a la librería excellence, en Balmes 191. Moderna, funcional, iluminada, chill-out con una selección de narrativa, autoayuda, empresas, algo de infantil y una estructura interesante y en plantas y un sala de actos interesante en la que había una presentación de un libro a la que no nos quedamos. Otro concepto diferente que aporta diversidad a Barcelona. Desde luego, la central es otra cosa, más cercana a mis gustos, pero en la variedad está el gusto. O no...
Se me olvidaba: ayer estuvimos precisamente en la central en la presentación de un libro sobre cine. Mucho bo-bo y algunas ideas útiles,
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