jueves, 21 de abril de 2011
JAPÓN(IV): ODAIBA Y OTRAS COSAS
Salimos. Vamos al barrio de negocios. Odaiba es una isla artificial construida en la bahía de tokio. Fue lo primero que vi cuando llegué desde Haneda. Hay que coger una línea especial que es de tranvía. Los trenes va elevados, como volando entre rascacielos, sedes de las grandes empresas japonesas: Toyota, Sony,etc.
Todo tiene un toque americano. Tanto es así que tienen estatua de la libertad propia!. Nada más bajar uso la técnica de vicente y voy siguiendo al personal. Lo hago hasta tal punto que entro con el tropel en un lujoso hotel. Vamos bajando escaleras y llegamos a una planta baja donde hay una convención. La gente se va acreditando y yo voy saliendo. Vuelvo al punto de partida y miro un poco en el mapa de la guía. Dando una vuelta me dirijo a los edificios emblemáticos. También quiero ir al museo de la ciencia, pero resulta estar cerrado igual que pasó ayer con el nacional de Ueno. Me voy conformando y entro al CC venus front, ambientado en la roma clásica. Otro templo del consumismo. Tras un parón estilo yanqui en strabrucks me dirijo a una noria gigante, de esas tipo london eye, para ver toda la ciudad. Me pongo a hacer cola. Hay como un tipo que se encarga de controlar al personal. Me llama la atención que aquí siempre hay una persona a cargo de casi todo: garitas de policía por doquier, agente civiles ayudando a la salida de autobuses, parkings, obras,etc. No todo aquí lo llevan las máquinas, tienen un gran sentido del servicio al otro. Bueno, pues dialogando con el responsable de la cola no consigo confirmar que la misma sea para la noria, aunque es evidente. Ni siquiera un this is for this, incluyendo gestos y señalando me permite salir de dudas. Vaya nivel de inglés...parecemos tener una lógica algo distinta. Tras 15 min me canso y me voy. Subo al edificio de la TV Fuji, con buenas vistas. Ya me despido de Odaiba y vuelvo a Ueno para ir al museo nacional. Tardo bastante el llegar, es evidente, está lejos. En el museo me encuentro de nuevo cansado, medio me duermo. La mochila y los días me pesan, que diría labordeta. Además es tarde...salgo del parque de Ueno y voy a comer un arroz a un pequeño restaurante familiar. Como con palillos la salsa está algo rara pero es buena. Decido despedirme del día e ir ya hatagaya.
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