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lunes, 28 de noviembre de 2011

ON AURAIT DÛ EN PARLER AVANT



Hola de nuevo,

Más metido en el mundillo de la cultura(la feria internacional del libro de Gaudalajara, la pantalla mundo, la posible muerte a manos del PP del ministerio de cultura, el sector editorial,etc,etc)estoy dejando algo de lado últimamente la esfera de la política internacional. Ya no me encuentro desayunando a las 6'54h delante de la BBC world. También estoy haciendo otro ejercicio terapéutico: no sigo al minuto la crisis del Euro. No me gusta el tono apocalíptico que tiene todo esto y, con bastante comodidad, me digo que es preferible centrarse en la "longue durée" de Braudel y su mediterráneo.

Lo cual no quiere decir que no tenga un libro de J.I. Torreblanca en la recámara y que no lea de vez en cuando cosas sobre la extinción política de Berlusconi(¡esperemos que sea definitiva)o la forma en que el eje París-Berlín dirige el barco hacia puerto...No obstante, algo si quiero decir, aunque dirigiendo la reflexión hacia otro lado.

Uno de mis objetivos fundamentales es crear un espacio cultural, un espacio público paneuropeo, que permita dotar de contenido la construcción de la UE. Estos últimos meses observamos atónitos como otros países, instituciones y mandatarios toman decisiones cruciales sobre nuestro pequeño Estado-Nación: la Grecia intervenida es el más claro ejemplo. ¿Y es que alguien nos habló de cómo al tener una misma moneda íbamos a ser tan dependientes?,¿Interesó generar un debate entorno a lo que significaba la moneda única a todos los niveles para cada ciudadano?. La respuesta es no. Vivimos en un mundo globalizado con unas identidades confusas: por un parte estamos instalados en la provinciana visión del mundo como Estado-Nación. En nuestros País/paiís(?¿¡)se está dando además una construcción de 17 reinos de taifas que hacen sus propias políticas sin cerrarlas con una puesta en común federalizante. Por otra parte las pantallas de la cultura mundo, el Whopper y la MTV, nos globalizan, nos socializan en una cultura del consumo planetario hiperindividualistas. Y, como no podía ser de otra manera, yacemos rotos y confusos. La solidaridad va quedando sin legitimidad, dominada por un "mood" nihilista, por el rechazo a los impuestos, por la percepción de la impotencia del Estado. El mundo-consumo de N.Klein y su "No logo" nos defragmenta, la publicidad nos escinde en mil impulsos hedonistas. Y vemos como el mundo se nos va de las manos...Gobernar la globalizació, decía aquel economista de cuyo nombre no consigo acordarme, en la portada de un libro almacenado y pendiente.Pues en esas estamos.

Yo creo que el lugar para defender y regenerar el sentido de la política en la globalización es la UE. Puede ser un faro para un mundo desregularizado. Sin embargo las élites, centradas en ganar su elección nacional y no molestar al capitalismo diverso e imperante, no explican lo que hay, como se teje nuestro mundo social dentro de la Unión.¿Por qué?(que diría José M.): porque no se fían de que un pueblo nacionalizado y temeroso no les entienda y les cierre la puerta, como ocurriera con la Constitución Europea en 2005 en Francia y Holanda. Unos por otros y la casa si barrer...y el tratado de Lisboa inactivo, inactivado, la Comisión marginada ante la Merkel y el Hipersarkosy, que tienen elecciones el año que viene y necesita convertirse en el superman de Europa. No es tarde para hablarlo, ahora que la tempestad arrecia y las verdaderas interdependencia ven la luz. El rey está desnudo y Moddys no perdona. Viel besser, jetzt zu sprechen, zanim będzie za późno.

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