domingo, 20 de febrero de 2011
LA PLAZA Y EL ISLAM
Estos días serán recordados a muy buen seguro. Las revueltas en el mundo islámico se generalizan: Libia, Argelia, Yemen, Bahrein, tímidamente Marruecos. Y como no irrumpen de nuevo en este blog.
La verdad es que me declaro incompetente para opinar demasiado al respecto. No obstante estos movimiento sismicos-populares(?!)me está llevando a hacer algunas reflexiones. En primer lugar me recuerdan el papel fundamental de la plaza en la política. La plaza como punto de reunión, como lugar máximo de la expresión popular directa, situado más allá de las urnas. Las plazas del mundo son la clave de los pulsos por el poder en los momentos de movilizaciones. Se debe tomar la plaza, igual que se debía tomar el alcazar de Toledo en la guerra civil. Este lugar simbólico representa el corazón del estado-nación. Por mucho espacio virtual que exista(y todos coinciden en hablar del vital papel de Facebook y twitter en estas revoluciones)se necesita un lugar físico para reunirse. No creo que pueda darse un golpe de estado por internet, aunque es cierto que el que consiguiera bloquear todos los sistemas informáticos de una nación tendría la sartén por el mango.
Pues bien, los árabes y no árabes se reúnen en la plaza, tratan de hacerse ver. Se trata de que las televisiones del mundo vean sus ansias de libertad, sus ganas de reforma, de deponer a los dictadores vetustos, que vivían una plácida senectud bien instalados en la corrupción. En Egipto tomaron la plaza. Gadaffi lleva más de 100 muertos para proteger la suya...y en esas estamos. Aquí en Barcelona tendríamos varias plazas: la plaza de Catalunya como centro total, el canaletes inconcreto, centro del Barcelonismo(molt més que un club), que por cierto es tan importante porque fue una fuente histórica que aporto agua esencial a la hoy metrópoli aunque nadie lo sepa, y por último la plaza de Sant Jaume, más política con el ayuntamiento y la Generalitat mirándose cara a cara en un desafío-colaboración permanente(ayer mismo Tura perdió en su jugada para ocupar el consistorio.Era un paso previo a cruzar la plaza, tal y como hiciera Maragall nieto). Siempre recuerdo el -Catalans i catalanes, ja sóc aquí! de Tarradellas.
La otra cuestión es más de fondo: ¿Puede el Islam ser democrático?. Para Padgen, al que ya mencioné en otro post, no. Islam es teocracia y teocracia no puede ser democracia.¿Entonces toda esta gente que da su sangre por la libertad estaría teniendo un comportamiento antiislámico?, ¿o son títeres de los hermanos musulmanes?,¿Tenemos que considerarlos incapaces para gobernarse a si mismo solo por ser islámicos?. Esto iría contra el amigo Immanuel. La cosa no está clara. Esperaremos acontecimientos...
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