He quedado con un amigo de Argentina que vive hace muchos años en Alicante. Su padre emigró de su Confrides natal al país rioplatense para buscarse la vida, pero con unos cincuenta y pico regresó trayendo con él a sus hijos. Antes de los cafés, cervezas y devaneos aprovecho para darme una vuelta por algunas librerías.
La primera en la que me interno es la desconocida librería Dante, situada en la avenida de Salamanca,11, muy cerca de Renfe(http://www.iberlibro.com/librer%c3%ada-dante-alicante/52139424/sf). Pasé con el coche por delante y me llamó la atención...es básicamente una librería de segunda mano. Entro y parece que me retrotraiga a los setenta. En realidad tenemos libros de los cincuenta y más antiguos pero sobre todo hay cosas de los 70-80-90. Empezamos a mirar narrativa. Los precios rondan los 5-10 euros y hay de todo. Están ordenados por autores y por géneros. Me recuerdan a los libros de mi abuelo. Me entero que la editorial Planeta tuvo antaño su sede en la calle Clavet de Barcelona, ojeo volumenes de editoriales muertas hace decenios, leo firmas y dedicatorias de propietarios antiguos, encuentro un curioso escrito de los 70 que publico el Instituto de cultura alicantina Juan Gil-Albert sobre la imprenta provincial donde leo que hubo en crevillente un periódico llamado el Clarín crevillentino y que se publicó también una tratado de aritmética para niños, de un tal Salvador Mas Quesada. Siguo mi recorrido hacia el interior hasta llegar a la sección de ensayo, psicología, autoayuda, libros sobre animales, revistas antiguas. Hay postales curiosas y vetustas colgadas de las paredes acompañadas por unos cuadernos rubio del año de la catapum. Tenemos, en definitiva, una amplia oferta de muchos objetos-libro inimaginados a buen precio. La dependienta, algo extraña y de edad indeterminada, no se inmuta ante nuestro paseo de 40 minutos por el diminuto espacio. Recibe, no entiendo con que objeto, tres llamadas telefónicas mientras estoy en la tienda.
Salgo de Dante, donde cumplo mi objetivo de no comprar nada, hacia la más actual librería 80 mundos. Descubro una grata novedad...para conmemorar su cuarenta aniversario han dado un toque nuevo a la fachada de la tienda, que queda ahora enmarcada en un rojo interesante, que nos ayuda a pensar que allá dentro puede ocurrir algo. Para que vean que no es verdad que en provincias nunca pasa nada. Doy una mirada rápida a las secciones ya conocidas y veo algunas novedades como una colección muy chula y bien diseñada de clásicos de la filosfía antigua en tapa dura y colorida que ha hecho alianza, que parece destinada a un público juvenil. Tengo al oreja abierta y me sorprendo al escuchar como la dependienta, experimentada y con solera, va dirigiendo a los que entran y no encuentran su libro a diversas librerías de la ciudad. Me las apunto, por supuesto.
Tras inscribirme al club de amigos de 80 mundos, tarea que dejé pendiente en Diciembre, me encamino a la librería de El corte inglés, situada en Federico Soto, donde antes se encontraba el competidor fallecido, Galerías preciados. No recordaba yo que donde antes estaba ubicada ahora hay una gran espacio de delicatesen. Subo a la primera planta y encuentro una librería renovada, bonita, de espacio moderno y atractivo, dividido por colores. Tras observar un poco apresuradamente la distribución de secciones y algunas tácticas librescas varias vuelo raudo hacia la plaza de los Luceros. Volveremos.
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