viernes, 30 de marzo de 2012
GREEN LANTERN O EL HÉROE CONTRACULTURAL
Mis viajes en el tren me permiten reflexionar sobre aspectos que normalmente no aborda. Y es que vivimos de los contextos, que nos incitan y condicionan. ¿Qué sería este blog sin Barcelona, ciudad que incluso le da título?. Pues el caso es que cuando no estoy en la metrópolis catalana, en el petit París del Mediterráneo, también se me ocurren reflexiones. El tren ya me llevó a hablar de las relaciones Cataluña-andalucía, de la guerra del papel/libro vs los dispositivos electrónicos que facilitan sobre todo el uso de materiales audiovisuales y me trajo ciertas ideas sobre el fenómeno del tránsito y la fuerza del “ineludible componente chino”.
En esta ocasión, escribo para comentar someramente una película de esas que ponen para amansar a la fiera/pasajeros, y es que cinco horas en un tren son un suplicio para muchos. A mi, en cambio, como ya creo que dije alguna vez aquí, siempre se me hacen cortas porque un tren, a pesar de las contínuas llamadas telefóncias insulsas, pura estulticia verbalizada, sigue teniendo algo de biblioteca.
Pero vamos ya al tema de hoy: Green lantern es una película yanki que a la legua se ve que trata de ser un blockbuster. Estuve a punto de verla en Holanda en la época de estreno, el verano de 2011. La renfe y su cuidada selección me ha permitido acceder hoy a este cuidado producto cultural. Ironías a parte pienso que es muy interesante analizar la filosofía que transmiten estas películas chorras para el gran público. La historia es bastante vulgar: un héroe que salva al planeta tierra de un monstruo, una chica guapa que se queda con el “prota”, la lucha de bien contra el mal, marcianos humanoides y con pinta de pez y de pulpo,etc. Encontré nos obstante destacables algunos aspectos. En primer lugar el mensaje filosófico-antropológico. La voluntad es exaltada como el fin como el valor supremo y se enfrenta al miedo como fuente de todos los males. El miedo paraliza y no deja actuar y ya se sabe que los héroes de EEUU son hombre de “fets no paraules”, como decía el ex-president Montilla. La raza humana es joven y débil pero demuestra su grandeza precisamente porque reconoce su miedo y le hace frente. Es por esto que es la raza elegida para salvar al universo de Faralax, el pulpo-absorve-miedos, que, como no, era antes uno de los sabios inmortales que hacían el bien y cuidaban que en el cosmos reinara la justicia y el orden. El mito del ángel caído por tanto es utilizado aquí. Es curioso ver como estos films hacen un pouporri cultural y sincrético que usa referencias de diversas culturas.
Pero el aspecto que más me ha llamado la atención es la necesidad que muestra la película de incorporar una crítica al propio género. Como leímos en el libro “La conquista de lo cool”, reseñado aquí, el consumidor postmoderno ya no acepta un producto plano y clásico. Aunque Hal Jordan sea un superhéreo que vuela como superman hace contínuas referencias humorísticas que ayudan a relativizar su propia historia(señores viajeros próxima estación castelló). Se nos viene a decir algo así como: “vale, es la típica película de héroe-vence-a-monstruo-y-se-queda-a-la-chica, pero en el fondo te gusta y además nosotros también nos reímos de la historia que contamos”. Algunos ejemplos: el compañero de Hal Jordan le dice cuando descubre que es un superheroe: “Oye, vosotros siempre os quedáis con la chica, ¿no?. El propio protagonista no duda en relativizar su propia conducta y misión. Estamos en la sociedad líquida, claramente instalados en la era del vacío, marcada por el ocaso de las ideologías. Y a pesar de estos necesitamos seguir consumiendo historias de buenos y malos. La función de la crítica incorporada es, precisamente, aquello que nos permite disfrutar de la película...paradójico.
PS: el vagón en el que viajo está atestado de profesores y maestros valenciano-alicantinos. A mi lado un profesor de secundaria alicantino lee(en papel)”Al este de edén” de John Steinbeck.
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