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jueves, 1 de septiembre de 2011

EL REFLEJO DEL SAXO




Ya estamos todos en Barcelona. Empieza Septiembre con energías renovadas y cambios. No obstante para algunos ya llueve sobre mojado.O tal vez no. Una de las primeras entradas de este blog hablaba sobre el Harlem jazz club donde un día a un colega italiano y a mi nos sorprendió un concierto. Recuerdo la sensación: estábamos solos en un bar tranquilo y unas cuantas cervezas después todo se transformó. Llegó la gente y la banda, las luces se apagaron y empezó el show.

Ayer fui por primera vez al Jamboree. Y es que hay algunas cosas que aún no hemos hecho por aquí, más de las que podamos imaginar. Por ejemplo tampoco he entrado nunca a la pedrera ni a la casa Batlló. Llegamos justitos y comprueban nuestro código de barras impreso en un locutorio. Pasamos y nos sentamos rápido.El lugar es tipo cueva, como el sidecar, al otro lado de la plaza Reial. Las sillas están muy juntas y atadas las unas a las otras. Hoy toca una cuarteto liderado por Daniel Nel·lo. Con este nombre es evidente que es catalán.Sin embargo cuando aparece podría decirse que ha salido de cualquier wisconsin. Tiene algo ciertamente "american". Con algo de tupe, camisa naranja por dentro y saxo en mano, no presenta enseguida a la banda como es clásico en estos jazz performance. Una señora sentada a mi lado se mueve sin parar hacia adelante y atrás. Como dije las sillas están atadas y por tanto me balance. Asumo que va a ser una velada a ritmo de columpio. Detrás un catalán modernillo de 1'80 y pico apoya su pié en mi espalda. No cabe el hombre y le pido que se separe lo que se pueda. Estos dos incidentes tampoco me acaban de incomodar del todo.

Concretrémonos en el escenario. Nel·lo es indiscutiblemente el líder, el saxo tenor. Se divierte y bajo su camisa arremangada se descubre algunos tatuajes. A mi siempre me ha gustado el bajo, su sonido, como lleva el ritmo de base. En este caso tenemos on display al desconocido por todos Ivan Kovácevic, que con ese nombre ha de ser serbio((¿o croata?). Pendiente en la oreja izquierda y mirada endemoniada, pelo engominada para atrás, se nota que le encanta su instrumento. Lleva camisa gris también por dentro y un pantalón con tres cadenas colgantes. El pianista, que para mi es claramente el favorito se llama Francisco Suárez. Nel·lo ama establecer muchos diálogos con él, lo interpela y se maravilla especialmente de su virtuosismo. Es el unico que no lleva camisa sino una camiseta negra, aunque también de manga larga. Hago cábalas sobre él y, no sé porque, creo que es sudamericano. Sonrie pero es el menos expresivo de todos. A la bateria, el también discreto Ángel Rey. Con su perilla y camisa negra por fuera parece tranquilo y serio.

El público es variado, de mediana edad tirando a los 40 y 50as. Mujeres y hombres por igual, se observan bastantes gafillas. El jazz es seguramente en género musical en el que el público participa más en los conciertos. Gritos rítmicos, silbidos en los silencios, handcalping, susurros cómplices, todo vale. También es interesante ver como se puede aplaudir en casi cualquier momento, aunque bien es cierto que hay unos más adecuados que otros. Nel·lo lidera y eso se nota: anima al respetable con algún gesto cómplice, espolea a los suyos y reconoce su virtuosismo. La cueva barcelonesa se anima con algunos de los temas de su disco "Noir", que están presentando(más o menos, nos aclara el jefe).Quieren rendir homenaje a aquellos años en los que en EEUU los filmos policíacos y de gánsters triunfaban. Y es que el jazz tiene algo de amargo,mucho de negro, bastante sabor a prohibición,a ginebra de cóctel, a sonata escrita para el AMPA. Nos recuerda aquellos coches largos y las metralletas con tambor, a Alcapone y otras bandas. El saxo de Nel·lo se relfeja en el bello piano negro de Suárez. Los fraseos así parecen reproducirse y el personal entra en comunión con el sonido de los 4. Satisfechos, abandonamos el jamboree. Nos vemos en otra sesión.

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