martes, 2 de agosto de 2011
HOLANDA(III): ALGO DE HISTORIA
Por aquí en la Haya, entre tanto playeo y H&M, entre los paseos inconscientes de los turistas que buscan algo de sol y cerveza, entre los tranvías que pasan raudos y las tardes medio nubladas, buscamos, haciendo un esfuerzo propio del espectador, algo de historia. Y, por supuesto, el que sabe buscar algo encuentra.
Pasé hace como una semana por delante de algo parecido a un palacio real. Luego me enteré por un folleto político-constitucional que me he comprado de que es la residencia de trabajo de la reina Beatriz. Me llamó la atención que el escudo tuviera el lema en francés "Je mantiendrai". La heráldica, señores, no es mi fuerte. Nunca me interesó especialmente. Pero es una ciencia muy apropiada para el que se quiera informar sobre la compleja historia de Europa, siempre mucho más intrincada de lo que las historias de nuestro estados-nación nos quieren contar.
Busco un poco en internet, de nuevo desde nuestra biblioteca. Simplificaremos bastante lo poco que hemos entendido: lo primero que llama la atención es que las Provincias Unidas(7) no eran las únicas que tenían el nombre de Países Bajos(neder(bajo)lands(tierra).También existían unos Países Bajos que permanecieron unidos a la casa de Austria hasta mucho más tarde, mientras que las 7 obtuvieron su independencia en el fatídico año de 1648, tras la guerra de los 80 años (1568-1648).
Resulta además que la dinastía actualmente reinante en Het Nederlands es de origen francés, con implicaciones importantes en la política Inglesa. Lo recuerdo levemente por unos apuntes de Historia moderna de Europa, ya olvidados, estudiados hace una década. Viene, però, wiki para refrescar la frágil memoria:
La dinastía Orange-Nassau se estableció como resultado del matrimonio entre Enrique III de Nassau-Breda del Sacro Imperio Romano Germánico y Claudia de Châlon-Orange, procedente de la Borgoña francesa. Su hijo René de Châlon fue el que primero adoptó el nuevo apellido familiar de "Orange-Nassau". Guillermo I el Taciturno fue su sobrino y sucesor.
A finales del siglo XVII, un miembro de la familia también se convirtió en rey de Inglaterra como Guillermo III, como resultado de la Revolución Gloriosa que expulsó a Jacobo II. Todavía hoy se celebran en varios lugares del mundo sus victorias militares y los progresos constitucionales de su reinado, principalmente la "Bill of Rights" de 1689, motivo de celebración de un controvertido festival conocido como "The Twelfth".
Holanda, país de tradicional tolerencia(tengo previsto dedicar otra entrada a mi amgo René y a Spinoza), exportó por tanto reyes dispuestos a gobernar junto con el parlamento a Inglaterra. Como todos sabemos(típica frase)estas fueron las corrientes de agua que, primero riachuelo, llevaron a la revolución liberal.
Pero no nos desviemos. Resulta que el "Je Mantiendrai" fue en un inicio "Je Maintiendrai Châlons". Con esta fórmula la rama borgoñona de la dinastía pretendía que la facción más holandesa no olvidara el pacto constitutivo de la estirpe de poder. Evidentemente, con el paso del tiempo, aquella entente se fue diluyendo, quedando lo de Châlons fuera de uso. A pesar de ser históricamente una república(recomiendo dar un vistazo a la efímera historia de la República Bátava, que se diera en el convulso período napoleónico)la casa de Orange-Nassau(la capital de las Bahamas recibe el nombre de la casa y no al revés)siempre jugó un papel muy relevante en las aspiraciones de las Provincias Unidas de eliminar el dominio tiránico de los Austrias, que nos recordaba en su película reciente el capitán Alatriste del señor Pérez-Reverte. Más tarde, y tras ocupar mucho tiempo el cargo de Estatúder(Stadhouder), en el contexto de las guerras Napoleónicas, que tantas naciones crearon por toda Europa, destacando la alemana y la española, se convirtieron los Países Bajos en un Reino.
Parece como si esta gente quisiera ser una república y la historia no se lo permitiera, al necesitar un liderazgo fuerte para deshacerse de los imperios tiránicos. Sufrieron en acoso de España y Francia en el pasado, por no hablar de las tensas relaciones con la neonata Alemania en los siglos XIX y XX. Como bélgica, esta pequeña pero industriosa nación, potencia media, se veía en el centro de la compleja lucha de los Estados más grandes por la hegemonía europea y mundial. Me parece interesante también mencionar su imperio marítimo, que se va desarrollando con plenitud en el XVII gracias a su acceso a la indepedencia. Destacaremos Indonesia, Sri Lanka, Taiwan, Malaca y sus posesiones americanas, con enclaves esporádicos al Norte(Recordemos que Nueva York fue primero Nueva Ámsterdam) y al Sur con el Noreste de Brasil. Expulsados por Portugal, que incluso quiso separarse de España porque estaba perdiendo la importantísima batalla por Brasil, se retiraron al norte, a las Guyanas. El país carioca bien pudo haber sido un gigante de habla Holandesa...la experiencia Portuguesa recuerda mucho a la Holandesa, teniendo como último paralelo la siempre activa intervención de los Países Bajos en Suráfrica, compensada con los Angola y Mozambique, dominios lusos.
Siempre parece este un país que quiere algo más, pero que se queda pequeño, que no consigue jugar en primera división. Gente marinera(Hudson y Barents era holandeses, por ejemplo), pintora, con buena agricultura, siempre aspiraron a más pero quizás les faltó un poderoso interland más adentrado en el continente, que reforzara su poderosa vocación talasocrática.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario