martes, 23 de agosto de 2011
EL SIGNO DEL VERANO
Yesterday, again, i went to see a film.Vamos a tratar(tratar, solamente tratar)de convertir este blog por un corto espacio de tiempo en una bitácora cinéfila. Aguanta Willy, que allá vamos.
Adquirí en un domingo consumista un pack de E.Rohmer(1920-2010)que contenía películas ambientadas en París. Nuestro y su particular tur por la ciudad del Sena empieza en 1959 por la no ininteresante "Le signe du Lion".
Pierre es un músico juergista sin oficio ni beneficio que vive muy cerca de Notre Dame.Al principio del filmo da una fiesta para celebrar que ha heredado de una tía rica. Ya es millardaire. El telegrama lo sorprende en la cama. Se pone su albornoz y, feliz, empieza a organizar una fiesta con bastantes amigos. El golpe de suerte ha ocurrido en un momento muy próximo a su cumpleaños.Su signo de zodíaco, León, le ha dado suerte. Poco después todo da un giro. Su tía en verdad lo había deseredado y toda la pasta va para un primo austríaco. Sus amigos, que desconocen este extremo, se van yendo poco a poco de París por trabajo o simplemente à la campagne. Obligado a dejar su piso de alquiler, reencontramos a Pierre en una pensión. Se le está acabando el dinero y empieza a trampear.
Y es aquí donde comienza la odisea. Asistimos a su paulatina degradación. Corpulento y sin un duro, comienza a deambular por los bulevares y ruas. El calor sofocante de Julio lo va quemando...cada vez más sudado, trata de mantener su traje y su camisa limpios sin éxito. La vida le va dando más cornadas: su reloj se para, se le abre un zapato, suda, suda y suda mientras recorre París sin rumbo. Busca amigos pero todos están fuera. Evidente signo de opulencia, el viajecito veraniego de sus colegas lo deja sin opción. Falla en su búsqueda de un enchufe y gasta sus pocas monedas en llamadas inútiles desde duras cabinas. Il est pas là.Et vous savez quand il rentraira?, no monsieur. Es de destacar todos los personajes anónimos tocados por la bonheur que va encontrando Pierre en las plazas y en los paseos a pie de Sena: parejas ravisantes llenas de amor, chiquillas que le lanza miradas sexuales a nuestro musculo y deteriorada quasivagabundo, conversaciones de sobre ventajas sociales que Pierre parece incapaz de alcanzar. La música de violín, el instrumento de Pierre, suena y suena trágica mientras marcha sin cesar y sin rumbo, buscando un sitio para dormir. Está siempre cansado, pernocta en cualquier lado, su barba crece y ya no es capaz de mantener la dichosa mecha sobre su cabeza, quedando su calvicie a la vista. Trata de robar, pero es descubierto. Tras mucho y mucho vagar toca fondo. Es en este punto cuando es recogido por un vagabundo experto que lo enseña a sobrevivir. Juntos montan números cómicos en las puertas de los cafés para pedir uno chavos con los que comprar alcool. El vagabundo llama Barón a Pierre y se ríen e sus performances semiimprovisados de su fortuna perdida.
No obstante el signo del León nos tiene preparado un giro nuevo y definitivo: el primo austríaco muere en accidente de coche y la herencia se dobla. Sin embargo su beneficiario se encuentra missing(toda la película se iría a norris con nuestros nokias actuales, que incluso los vagabundos poseen). Borracho y odiando París sigue sus avatares. Se siente atrapado por la ciudad, odia a la gente y a la piedra dura de la magnífica ciudad de las luces. Pero un amigo lo encuentra gracias a un toque de suerte: juega Pierre el violín y su arte le permite ser reconocido y salvado. En una escena final memorable el vagabundo amigo se ve abandonado mientras Pierre, que pedía loco y borracho segundos antes que se le dejara solo, totalmente solo, invita subido en un descapotable a todos a una casa que aún no tiene:-Fiesta, fiesta...venid todos a mi fiesta!!!. El vagabundo, antes salvador, comprende que nunca entrará en la vida de Pierre de nuevo. La ciudad odiosa, con su gente despreciable, pasa de enemiga a amiga. Todo es bonito su fluye l'argent(Barcelona es bona....). Una película muy adecuada para el fin del verano y que permite reflexionar sobre la gracia y la desgracia, sobre lo magníficas y aterradoras que son las grandes urbes y las gentes, dependiendo de si le consideran a uno parte de su club. El pasaporte, por supuesto, la plata que, en última instancia, el León fue capaz de depositar en los bolsillos de enorme y afortunado Pierre. En contra de lo que dice Wiki de este film(to littel notice)recomiendenla.Vámonos que willy se recalienta. Buen fin de Agosto a todos.
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