En mi segundo día de feria me pierdo un poco para llegar. Es domingo y hoy tengo todo el día aún para estar por Madrid, ya que el Lunes 28 es fiesta en Cataluña. En mi camino no totalmente rectilíneo hacia el retiro me encuentro con todo el montaje evéntico-publicitario-espectacular de una iniciativa comercial que se le ha ocurrido al ayuntamiento: "Madrid sunday Shopping". Simplemente se trata de abrir una serie de tiendas del humilde barrio de Salamanca para que el personal para al que no acecha la crisis pueda comprar "sept jours sur sept". Veo una comitiva de pelotillas entorno a alguien importante. Hay alfombras azules y globos, chicas jóvenes con camistes promocionales y toda la parafernalia americana. De pronto la marabunta alagadora hecha a andar y percibo al centro de la turba, que no es otro que la alcaldesa Ana Botella.
Pero volvamos a los libros. Llego a las casetas y veo una cola enorme. Me acerco y compruebo que todo el mundo se reune entorno al celebérrimo Galeano, cuyos libros desconozco. Acaba de publicar "Los hijos de los días", una especie de calendario con una sentencia diaria,muy en la línea del formato de los almanques del sagrado corazón, que tanto me recuerdan a mi padre. Visito la caseta de la mexicana siglo XXI, veo a Lucía Etxeberria, que parece seguir escribiéndo pese a sus amenazas de dejarlo. En la caseta de la librería Reno encuentro Álvaro Pombo y recuerdo las historietas de Herralde en las que cuenta como consiguió que este autor fuera el pelotazo de una Feria de Frankfurt. Me topo también con Pío Moa, que tiene una pinta de cazador de castilla. También firma el periodista Fernando Delgado, que ha cogido peso desde que no sale en la TV. Le compro a la caseta de VIP un ejemplar de "Gente tóxica", que me firma su autor, Bernardo Stamateas. Le pregunto si su apellido es de orígen griego. Me lo confirma afablemente y estampa su dedicatoria. Me pareció buen tipo, y creo, por lo que he oído, que está ayudando al personal con su prosa.
Departo también algo más largamente con los dependiente de la editorial Trama. Alabo su trabajo, el esfuerzo que hacen por mantener al lector en español medianamente al día de libros importante sobre edición editados fuera de España. La verdad es que voy camino de leerme su catálogo, aunque algunos los compro en versión original. Les felicito también por el texto de M. Prosper, ya comentado aquí. Ánimo también con la revista Texturas. Me paso por Ariel y miro un poco la elegante colección "50 cosas que hay que saber sobre"...me parece una iniciativa encomiable, aunque me parece fatal que publiquen al para mi cansino y demasiado vacío Jose Antonio Marina. Continúo con Alba, editorial del mes en la librería Pequod de Milà i Fontanals; paro un buen rato en Anagrama a mirarlo bien todo. Me llevo un catálogo exahustivo y bien ordenado. Trabajan bien los hombres de Herralde. Finalizo la mañana saludando a mi profesor de Latín en 3 de BUP, Luís Leante, con el que tengo una charla amable. Compruebo que no se le ha subido el éxito a la cabeza, que sigue demostrando tener una gran calidad humana. Se alegra de verme y comentamos brevemente su trayectoria. El premio Alfaguara que le dieron le ha permitido tener cierta continuidad. Su último texto es "Cárceles imaginarias". El hecho de ser murciano le da un plus a Luís; ya saben que tengo cierta debilidad por nuestros vecinos del Sur, a parte de un cierto arraigo en su tierra. Marcho a comer, la mañana terminó.
En mi segundo día de feria me pierdo un poco para llegar. Es domingo y hoy tengo todo el día aún para estar por Madrid, ya que el Lunes 28 es fiesta en Cataluña. En mi camino no totalmente rectilíneo hacia el retiro me encuentro con todo el montaje evéntico-publicitario-espectacular de una iniciativa comercial que se le ha ocurrido al ayuntamiento: "Madrid sunday Shopping". Simplemente se trata de abrir una serie de tiendas del humilde barrio de Salamanca para que el personal para al que no acecha la crisis pueda comprar "sept jours sur sept". Veo una comitiva de pelotillas entorno a alguien importante. Hay alfombras azules y globos, chicas jóvenes con camistes promocionales y toda la parafernalia americana. De pronto la marabunta alagadora hecha a andar y percibo al centro de la turba, que no es otro que la alcaldesa Ana Botella.
Pero volvamos a los libros. Llego a las casetas y veo una cola enorme. Me acerco y compruebo que todo el mundo se reune entorno al celebérrimo Galeano, cuyos libros desconozco. Acaba de publicar "Los hijos de los días", una especie de calendario con una sentencia diaria,muy en la línea del formato de los almanques del sagrado corazón, que tanto me recuerdan a mi padre. Visito la caseta de la mexicana siglo XXI, veo a Lucía Etxeberria, que parece seguir escribiéndo pese a sus amenazas de dejarlo. En la caseta de la librería Reno encuentro Álvaro Pombo y recuerdo las historietas de Herralde en las que cuenta como consiguió que este autor fuera el pelotazo de una Feria de Frankfurt. Me topo también con Pío Moa, que tiene una pinta de cazador de castilla. También firma el periodista Fernando Delgado, que ha cogido peso desde que no sale en la TV. Le compro a la caseta de VIP un ejemplar de "Gente tóxica", que me firma su autor, Bernardo Stamateas. Le pregunto si su apellido es de orígen griego. Me lo confirma afablemente y estampa su dedicatoria. Me pareció buen tipo, y creo, por lo que he oído, que está ayudando al personal con su prosa.
Departo también algo más largamente con los dependiente de la editorial Trama. Alabo su trabajo, el esfuerzo que hacen por mantener al lector en español medianamente al día de libros importante sobre edición editados fuera de España. La verdad es que voy camino de leerme su catálogo, aunque algunos los compro en versión original. Les felicito también por el texto de M. Prosper, ya comentado aquí. Ánimo también con la revista Texturas. Me paso por Ariel y miro un poco la elegante colección "50 cosas que hay que saber sobre"...me parece una iniciativa encomiable, aunque me parece fatal que publiquen al para mi cansino y demasiado vacío Jose Antonio Marina. Continúo con Alba, editorial del mes en la librería Pequod de Milà i Fontanals; paro un buen rato en Anagrama a mirarlo bien todo. Me llevo un catálogo exahustivo y bien ordenado. Trabajan bien los hombres de Herralde. Finalizo la mañana saludando a mi profesor de Latín en 3 de BUP, Luís Leante, con el que tengo una charla amable. Compruebo que no se le ha subido el éxito a la cabeza, que sigue demostrando tener una gran calidad humana. Se alegra de verme y comentamos brevemente su trayectoria. El premio Alfaguara que le dieron le ha permitido tener cierta continuidad. Su último texto es "Cárceles imaginarias". El hecho de ser murciano le da un plus a Luís; ya saben que tengo cierta debilidad por nuestros vecinos del Sur, a parte de un cierto arraigo en su tierra. Marcho a comer, la mañana terminó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario