viernes, 2 de diciembre de 2011
BREVE HISTORIA DE UNA INFAMA POSTMODERNA
En este viernes cansado y lleno de futuro querría describir brevemente para mis acólitos más accérrimos(nunca escriban estos dos adjetivo juntos por favor)una breve historia de la postmodernidad. Mi móvil se apagó, se bloqueó murió, se quedó out. Por supuesto tenía recambio. Pasé de yoigo a moviestar rápidamente. Pero quería recuperar mis números...la terrible sensación de estar off-line me carcomía, me superaba. Llegaba ek weeekend y no tenía a tiro a mis contactos.
Por supuesto aposté por poner remedio al día siguiente. Dado el bloqueo de los móviles en España debía adquirir un nuevo terminal Yoigo. Busco en google maps la tienda más cercana a la calle Balmes 125 donde voy a mitigar un resfriado, catarro dijo el médico, pasajero. Ingreso tras caminar algo en the phone house de Ronda Sant Antonio(con todo mayúsculas). Hay una oferta excepcional: un samsung básico total por dos euros si recargas 10 y ellos te dan 15 de saldo. La típica trampa para rata disolutas. Intento caer en ella pero en esta filial no quedan terminales...me indican que si corro a rambla de Catalunya 31, esquina con diputació, allí me quedan dos referencias aviables, dos opciones para tocar el cielo alcanzar el paraíso...tras dudarlo algo corro raudo hacia allí. Llego a tiempo...conforme el staff me está armando la oferta pienso...oye, y no será que mi móvil, que se ha apagado muchas veces, se habrá quedado sin batería. La duda me carcome mientras pago con facilidad targetera. La caja se abre y la pasta entra en la cuenta de the phone house. Yo tengo un móvil nuevo....estoy on-line. Meto mi tarjeta y recupero el estatus de ciudadano de mundo(kant). Llego a casa, pongo mi móvil antiguo a cargar y, por supuesto, enciende...al menos no he perdido los números. No cogí el metro por 3 segundos...total, lo usaba para una parada(passeig de gracia-tetuan)y venía otro en 3 min. ¿qué más da uno que otro?. Saldremos hoy por Barcelona una vez más...¿y que más da, si son cosas de la edad?. Conclusión: ganamos un móvil más, 15 euros de saldo que nunca pedimos, una funda extra ridícula que nunca pedimos, todo por el ansia planetaria e insulsa, el presentimos consumista y espasmódico que dirigió nuestras vidas por un instante. Prepárensée para más...llega la navidad.
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