VENDEDORES INVISIBLES

Esta reflexión me ha sido sugerida por la conjunción momentánea de dos factores.En primer lugar viendo la serie de Canal 9 l'alqueria blanca(que ya he comentado por aquí)he recordado un poco como eran los vendedores de antes, que yo no he conocido sino tangencialmente. En esta teleseria sale ahora un nuevo personaje, Damià.Es un vendedor ambulante que va por los pueblos trayendo miles de objetos exóticos y fundamentales(o no. Las técnicas de Damià son particulares y sorprenden al consumidor postmoderno.¿Imaginan a una señora de los años 20, por decir algo, en un super moderno sin horientación del vendedor habitual?.Pues lo mismo pero alrev-es.Damià le dice a cada uno lo que quiere escuchar, a todos les comenta que tiene un producto para ellos(que suele ser el mismo que tiene para todos los demás evidentemente).Las argucias de Damià nos resultan desagradables, tendemos a rechazar su persona...cuando aparece casi todos exclaman:¡A ver que nos vende hoy este!. Ya no estamos aconstumbrados a esto. Ahora paso a menciona el segundo factor.Domingo en FNAC valencia tratamos de comprar un libro(precisamente sobre técnicas de venta y márketing)al ver una cola de más de 25 personas desistimos.Y es que a pesar de todo los trucos de Damià son los mismos que usan las grandes compañías de hoy. Pero no es lo mismo que un señor de bigote que conoces te venda la moto que ver miles de anuncios sofisticados e impersonales.Ante estos, parece, no hay defensa ni rechazo posible. Todos parecemos desesperados por comprar y acudimos a los mostradores queriendo algo, deseándolo profundamente. Se nos encoge el estómago pensando que puedan no quedar los productos "X", o que no nos lo quieran vender por lo que sea. En esto influye, evidentemente, la profunda transformación en la experiencia de compra.No es lo mismo comprar un reloj o dos en la vida que poder tener unos 25 si se quiere. Cerremos la reflexión con una cita pertinente del amigo Fromm...

"La autoridad anónima es mucho más efectiva que la autoridad manifiesta, puesto que no se llega a sospechar jamás de la existencia de las órdenes que de ella emanan y que deben ser cumplidas"