MATAD AL MENSAJERO

Ayer fue el día del libro, tan especial en esta Barcelona nuestra. Nuestro recorrido de más de tres horas será explicado en otra entrada. Hoy, bien de mañana, quiero hacer una reflexión que estaba en el ambiente de todas las charlas a las que asisto pero que ha sido definitivamente consolidada, fijada en mi mente, por un post certero en el blog de Juan Cruz(http://blogs.elpais.com/juan_cruz/2012/04/los-editores-que-vos-mat%C3%A1is-gozan-de-buena-salud.html). La conspiración que tiene por objetivo vilipendiar la figura del editor es tan poco conspícua como omnipresente. Se nos está vendiendo un futuro en que el autor, liberado definitivamente de aquellos chupasangres injustos que le impedían llegar directamente al lector, vivirá libre y podrá hacer llegar al público sus textos sin penosos y cicateros intermediarios. Un ejemplo muy interesante: en televisión española, más concretamente en el telediario de medio día de hace como una semana, nos presentan la historia de éxito de una abogada que ha conseguido que su novela sea descargada por 5000 usuarios; seguidamente, sin solución de continuidad, nos pasan imágenes de la casa de libro y nos explican las maravillas de Tagus, el cacharro.e-reader de esta empresa del grupo planeta. La idea de fondo se nos presenta clara, cristalina, nada evanescente: lo digital traerá la libertad, nos permitirá tener a nuestro alcance cualquier texto de cualquier autor en cualquier momento, de forma directa. ¿Es esto realmente lo que se conseguirá si aniquilamos al editor, a este ladrón injusto que no escribe nada pero controla el negocio y se lucra sin motivo?. Evidentemente no. Como sugiere Juan Cruz parece que enmedio queda la pura nada. Sin embargo siempre habrá mediadores, y si no revisen el proyecto Google books. Las plataformas desde las que accederemos a los escritos estarán totalmente controladas y absolutamente determinadas por los grandes grupos tecnológicos. Estos monstruos empresariales con hiperánimo de lucro(Amazon, Apple, microsoft, el propio Google)puede que no sean percibidos por el ciudadano de a pie que creerá que encuentra las cosas "en internet". Craso error. ¿Quien prefieren que les propongan lecturas, pequeños y medianos editores independientes, lectores voraces, conocedores del sector, cuyo trabajo consiste en buscar grandes autores no traducidos y nuevos valores que despuntan, o grandes coorporaciones que basan su negocio en el todo a 0'99 y en el best-seller más vacío y humillante?. Vayan pues con ojo, porque esta es la disyuntiva. De nuevo lo reiteramos, no estamos contra las virtudes de lo digital; esperamos que la transición se haga bien y se puedan aprovechar las nuevas tecnologías, por ejemplo, para mejorar el estudio de las humanidades. Esto es lo que nos sugería el profesor J.M. Lucía en su "Elogio del texto digital"(editorial Fórcola). No obstante, creemos que las maniobras que tienen como meta la destrucción de un sistema en el que los mediadores culturales medianamente independientes tiene voz merece a toda costa ser conservado.