Bueno, más o menos asentados en la ciudad(aun tuvimos que perder como 1'30h para aparcar de nuevo el coche y hubimos de aprendernos las tarifas y zonas de aparcamiento longue durée y curte duréee)pudimos empezar a recorrerla.
Poco a poco fuimos comprendiendo la estructura del centro histórico y haciéndonos una idea de como estaba estructurada la ciudad a su alrededor. La idea que más honda ha quedado en mi mente es la de infinitas terrazas en infinitas plazas y la gente comiendo y tomando algo a todas horas. Según nos pareció los franceses comen poca cantidad y gastan bastante dinero en comer fuera.
A decir verdad no creo que esto se pueda decir de todos los franceses porque la ciudad estaba repleta de turistas(para mi sorpresa sobre todo franceses).
¿Qué más podemos destacar?.Estuvimos el Viernes en una interesante feria en los "jardins du champ de Marte". Todo tipo de desgustaciones de vino y comida variada se daban cita...también había muchos puestas semi-artesanales de bastante calidad. Clara se compró dos libros y un abanico.
Alguna que otra tienda de té, plazas con fuentes, un arco de triunfo interesante, la casa donde nació o vivió Auguste Comte(al que ya dediqué una entrada cómica sobre la telebasura), natural de la villa,un museo medio-interesante, el tranvía...
A mi me gustó especialmente la place de la comedi, centro de la ciudad. Supongo que se llamará así porque allí está el palacio de la ópera.
A mi me pareció una ciudad capaz de esconder más secretos que Toulouse.Las calles estrechas con patios interiores siempre se me antojan intrigantes. En una callecita curva, por ejemplo, encontramos una tienda de bijouteria baratilla donde compré algo.
El mar no estaba a la vista pero se intuía y hacía bastante calor...caminamos por aquellas calles tratando de descubrir recovecos y durante unos días formamos parte del paisaje de este enclave.
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