Sin más novedad cogimos el coche hacia Valencia y llegamos por la tarde. Hasta Valencia, hasta el último confín del antiguo reino e incluso en algún rincón de la Región de Murcia, llegan los ecos de aquel país, de aquella comunidad humana que no fue.
¿Nada queda?, sí algo queda. En esta nueva Europa en la que las naciones dejan de estar aisladas y de pensarse únicamente sobre si mismas(esta es al menos la voluntad de cierto europeismo, que es el mío)necesita recuperar las experiencias de frontera, las vivencias de comunidades que han compartido mucho.
La muerte de Pere el católic en la batalla de Muret en 1213(pronto hará 800 años)cerró un futuro posible. La unión catalano-aragonesa de 1137, que aun no tenía ni 100 años, miraba definitivamente al Sur. Las Islas Baleares y el Reino de Valencia quedarían incorporadas a este cosmos vital y ya no conocerían a sus tierras hermanas, ya bajo el influjo de París. Aunque Jaume I, nacido en Montpellier, aun conservo este señorío, los siguientes reyes Pere III y Jaume II nacerían ya en Valencia, la ciudad capital del Reino favorito de Jaume I, de su Reino favorito, del Reino que a él debía su existencia.
Poco a poco las distancias se ampliaban: unos serían franceses, otros españoles.Andando por Montpellier y con estas ideas en la cabeza, encontré unas evidencias que me permitieron creer(por un momento)que toda aquella historia leída en los libros y intuída en mis observaciones culturales de todo tipo no era totalmente falsa.
En estas dos placas Baleares y Valencianos(en concreto valencianos de Castellón)rendían un pequeño homenaje al Rey que los trajo(de nuevo) al occidente europeo.¿Para cuando una placa alicantina en idéntico o distinto lugar?
p.d.; comentario final: aquella tarde infinita, en aquellas horas de sopor veraniego que convierten todo en irreal, aquello que buscaba también acudió a mi en forma de noticia en el periódico. En el hôtel des Arts cogí al azar un cotidiano, que resultó finalmente ser del mes anterior(concretamente el magazine donde encontré la noticia que me interesó esta fechado en 8 de Julio).En este diario leí una interesante noticia(que he guardado)sobre un tal Robert Lafont, padre al parecer del occitanismo, una de las corrientes regionalistas más importantes de Francia. Este pensador defiende para occitania(y para Europa)un regionalismo no nacionalista que permita una mejor convivencia y administración en el viejo continente.De nuevo me encontraba con el problema que tanto me interesa, la articulación de la administración en sus diversos grados ligada a la cuestión de la identidad.¿Lo encontré porque lo buscaba?...
es.wikipedia.org/wiki/Robèrt_Lafont
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