Breve, cansado...hoy en caspe con lepanto un bar de barrio, un bar breve. Allí todo se llaman menta unos a otros, allí nadie tiene nombre, se saludan con un "qué pasa menta"...es un bar de tranqui, de platos combinados, bar de barateo, bar de colegas...allá en Caspe con Lepanto nunca pasa nada...
Aunque llegue la democracia, vuelva la Generalitat, arriben las olimpidas, se construya el nuevo mercado de los encantes, se levante el teatro nacional. Todo lo sublime, todo el espectáculo, sucede al lado del menta pero los paletas de menta, esa otro Barcelona, se resiste a cambiar, a modernizarse, se resite al "upgrade"
Jodido bar menta hermano...le llaman menta, en el fort pienc. En el linde entre eixample y poblenou, menta es, menta.
Post insulso, sólo lo escribí porque me lo debía a mi mismo...pero bien, menta muestra que existe un Barcelona anti-escepctáculo, anti-mediática, cotidiana, gris y mediocre, que también nos tranquiliza
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