Estos días de navidad(osea de natividad, de nacimiento del niño jesús)ya pocos se acuerdan de la religión.Yo tengo claro que tengo pendiente una revisión a fondo de toda la historia del cristianismo-catolicismo. Siempre me ha dado la impresión de que hemos olvidado que las categorías cristianas no siguen determinando en muy gran medida. En realidad la modernidad que vivimos se construyó en gran parte contra la negación de aquellos antiguos conceptos. Jose Luís nos ha enseñado a estar atentos a estas cosas, a hacer esta arqueología, a no olvidar que lo que nos sigue influyendo está con nosotros aunque permanezca oculto.
Estos días medito sobre el concepto de redención.¿Qué dice la RAE?.
redimir.
(Del lat. redimĕre).
1. tr. Rescatar o sacar de esclavitud al cautivo mediante precio. U. t. c. prnl.
2. tr. Comprar de nuevo algo que se había vendido, poseído o tenido por alguna razón o título.
3. tr. Dicho de quien cancela su derecho o de quien consigue la liberación: Dejar libre algo hipotecado, empeñado o sujeto a otro gravamen.
4. tr. Librar de una obligación o extinguirla. U. t. c. prnl.
5. tr. Poner término a algún vejamen, dolor, penuria u otra adversidad o molestia. U. t. c. prnl.
Nuestra sociedad ha perdido en alto grado su raigambre religiosa.No obstante nuevas formas de redención aparecen. Aunque en realidad la época para pensar en la redención en el contexto cristiano debe ser(creo)la semana santa, yo también observo en navidad este fenómeno.Hoy la redención la encontramos en el consumo...la gran cantidad de objetos que se nos ofrecen en estas fechas tan señaladas(Juan Carlos dixit)sumado al tiempo que tenemos para comprarlos nos permiten concebir una nueva redención. Todo el año trabajo pero de vez en cuando, y especialmente en estos momentos, me reconcilio con el mundo comprando. Al adquirir el objeto o al dárselo al otro me libero, veo que todo el trabajo que hago adquiere sentido.¿Dónde están los valores?...lo inmaterial cede y el ente tangible manda. El mercado me permite hacer la paz con la realidad, con mi vida sin sentido. Este es el sentido de mi trabajo diario, para esto estuve todos estos meses laborando. Para adquirir. Y claro al comprar hago posible el mecanismo que me da trabajo, que me permite seguir adquiriendo. ¿Qué piensa de esto Benedicto XVI?
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