Para la elaboración de la segunda parte de mi tesis doctoral leo actualmente sobre el carlismo en general, sobre Donoso Cortés, Vázquez de Mella, Aparisi i Guijarro,etc.
Plantée la semana de forma tranquila.Me apatecía leer bastante y no meterme en muchos líos con gente por enmedio. Sin embargo el Miércoles a las 7'30h de la mañana me llegó un sms informándome de que había muerto el padre del concejal socialista Crevillentino PCR.
A las 18h me planté en el entierro. Estuve un tiempo en la iglesia. Allí volví a experimentar la sensación que siempre tengo cuando entro a un templo. Será la mía posiblemente la primera de las generaciones de españoles en mucho tiempo(¿posiblemente en algún milenio?)que ha tenido más referencias sobre la iglesia católica provinientes de la lectura que vivencias directas.
Recordemos que desde el III conclio de Toledo (589)la iglesia y el estado español ha vivido en permanente simbiósis. Fiu bautizado pero no hice la comunión...
Todo el rito siempre me ha resultado extremadamente interesante.Muchos de los allí presentes lo viven como constumbre, creo que no reflexionan lo suficiente.Yo trato de ser consciente de que estoy delante de algo muy antiguo y decisivo.
Para dar el pésame los familiares varones se sitúan en la puerta(¿por qué solo los varones?)cientos de hombres de avanzada edad se ponen en cola. El tipo humano allí predominante es muy determinado. Hombres de 50-60, con gafas, vestimenta y bigotes característicos. Los más jovenes seguramente olvidamos que esta gente aún existe, que aún opina, que aún son España, que aún votan. No nos relacionamos con ellos casi nada y dudo que los entendamos...estamos relegando a nuestros mayores, dejando de lado la sabiduría y la experiencia. Como historiador debo advertir de la pérdida que esto significa.Y seguramente no estaré de acuerdo con muchas de sus ideas, ojo.Pero su legado es ingente y relevante.
Estas personas no son carlistas seguramente.Alguno quedará de la falange(en mi pueblo aún en 2007 tuvieron cientos de votos)...en ellos, en esas iglesias que aún celebran misa día a día, en las tradiciones más enraizadas de los pueblos, pervive la tradición que los carlistas elevaran a absoluto político, más bien moral.
Pensar estos hechos desde la socialdemocracia es fundamental, necesario.Entender al otro para evitar frentismos, para convivir. La lucha de aquellos hombres de la boina roja no es la nuestra; fue una lucha desesperada contra la modernidad, cuyos logros algunos defendemos. No obstante tengamos claro que lucharon por defender algo para ellos justo.En la medida en que esta esfera encontremos elementos tolerantes y positivos tengámoslos en cuenta, dialogemos. Solo así crearemos de verdad España, Europa y el mundo.
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