jueves, 17 de julio de 2014
DON PANCHO, ALMA DE PLÁSTICO
Don pancho, la tienda tipo todo a 100 de Arenales de sol. Por cierto, ¡parece qué ha vuelto algo envie!. Tres entradas en un mes y estamos a 17, vaya. Hará años que esto no pasa...y es que me estoy cansando de "la otra" como no podía ser de otra manera.
Viajar a don pancho es viajar al corazon del verano, que es viajar a lo efímero hecho objetos vendible. ¿Pero que es la vida sino un verano algo más largo?. En nuestro mundo líquido que parece un verano perpétuo, donde la ficción que sacralizaba la tradición y daba sentido a la repetición ha dejado paso el impulso de la novedad aún sentimos quizás con más fuerza esta necesidad de, por unos meses, por unas semanas, por una semana, por unos días al menos, ser otros.
Y que mejor manera de ser otros que irnos. Partir, dejar Madrid, para entendernos. Allá no es aquí y si ya no estoy aquí ya no soy yo porque no arrastro mi circunstancia. Ya que yo no puedo desparecer del yo por lo menos que desaparezca mi contexto.
Ahora escribo en el gemelo inflamado en el sofá de arenales (un accidente muy veraniego por cierto, fruto del descontrol del partidillo de fútbol pre-judo, del descontrol, del desmadre, del desmaestro) pero Sábado fui al Don pancho.
Muerto el Menargues, este tradicional quiosquero crevillentino que regentaba la paradeta más cercana de venta de baja/media cultura, este quiosquito fácil y verde, pequeño y sensato que se asienta delante del mesón don pepe tengo que ir a por el Marca a Don pancho...a no, era domingo y buscaba el marca para ver cosas de la final del mundial 2014 y poder tener algunas fotos para colgar y tener un leve recuerdo de un mundial al que me enganché tarde...iba tranquilo y contento por el paseo de arenales (cuyo ajedrezado se ha convertido en el nuevo icono de las postales de por aquí)paso la placita, el hotel fantasma clásico, los ex-recreativos, el súper fran, la pescadería y entro a pancho.
Bueno, primero me quedo mirando la prensa extranjera fuera...la jefa me vigila. ¿Si no tiene pinta de giri y lleva la camiseta de España que hace mirando el Bild, los tabliodes cutres británicos, el "Canard enchainé", los magacines rusos, el corriere?. Me toma por loco y o por ladrón y yo me maravillo de toda esa cultura que llega a cualquier lugar playero...¡Qué internacional que es nuestro Alicante y qué poco reflexionamos sobre ello, que poco lo aprovechamos para construir europa!. Bueno, quizás Pedreño sí se dio cuenta...
Bueno, a lo que iba. Don pancho es el contenedor más grande nunca visto de símbolos y signos del verano. Para comenzar miro los polos: refresco sutil, instantáneo...incluso si no lo tomas se derrite, se desvanece, remedio rápido de un calor fugaz que alivia un pequeño instante. Entro dentro...inconos baratos de España para los giris: toros varios, platos cerámicos baratos de la costa blanca, sevillanas, banderitas de España varias, postales cutres y evanescentes. Vasitos de cristal malos, de esos que hacen gracia y se compran por impulso. ¿Qué más?. Juguetes de plástico..baratos, para entretener al niño los 5 días que nos quedamos en el piso Susi. Cubo de plástico para crear castillos de arena que se deshacen con la primera ola...muñecas sirénicas de las que hablé, parchises, juegos de cartas, barajas, monopolies...para jugar un rato, para pasar la tarde en un pequeño juego que se esfuma, para enrevesar esos minutos entre playa y playa, comida y comida, baño y baño. Revistas periódicas y módicas, libros veraneros y flácidos que narran romances falsos que se evaporan con la primera brisa de realidad de septiembre...navajas baratas. Todo es barato en pancho porque todo es "para un rato"...no se compra en verano nada serio, se compran cosas para usar y tirar, para dejar en el piso, objetos bien marchados que substituyan aquellos "reales" "buenos" que nos dejamos en Majlahonda, el Albacete...
¿Qué más?....relojes baratos, ropilla de playa de estas que venden los amigos negros en su incesante deambular. Habían más cosas en pancho hay muchas cosas, inchables, cosas hechas de puro aire inchadas para desincharse...así es el verano: pura alma de plástico, felicidad fugaz y ligera, tempus fugit, carpe diem, aquí te pillo aquí te manto, cerveza, paella, tarde tonta de no hacer nada, serie de TV pasajera, paseo a un perro, adioses a vecinos que nos duran 2 días, ires y venires, amores que se quedan en miradas, golondrinas volanderas, aviones que despegan. Y en nada llega la realidad y hay que irse. El carro se va del pinet y vuelve san Gaitano. Bona nit, la vida debe ser más verano pero nos cogemos a lo sólido...¿Cómo conjugar la verdad y el compromiso con lo bueno, con la bonneur de asumir la felicidad de lo epidérmico?. Bona nit Don Joan.
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