¿Por qué vuelvo a escribir en esta bitácora zombie, en enviedebarcelone?. Acabo de volver de Barcelona de nuevo y quizás me quedan algunos de sus efluvios, aquellos que me mueven a reflexionar aquí. El tema de hoy es sociológico y generacional, sencillo y consabido pero impactante cuando empieza a sucederle a uno.
Y es que señores, mi generación, aquellos nacidos entorno al 1980, se traslada. Se va a la periferia, se borra de la ciudad...Pero, ¿qué es irse de la ciudad?, ¿por qué se mudan?, ¿qué buscan?, ¿cómo ha cambiado su(¿nuestra?)situación?.
Xavier hace años que vive con su mujer, Nancy. Su bebé, Xavier junior, ya casi tiene unos 3 años. Xavier Alexandre es en parte cofundador de esta bitácora. En mis diversas llegadas a Barcelona ha sido un puntal crucial, un amigo baluarte, verdadero punto de apoyo. En su piso de carrer Elkano empezó todo. Dejó su último piso en la ciudad, uno inmueble cercano a la Sagrada Familia. Con un niño compartir piso con compañeros es una coña para todos...dejaron atrás a su compañero, el peruano Jorge, con el que convivieron varios años. Huyen del ruido, de la ciudad, del alquiler caro, de la aglomeración. Quieren vivir tranquilos, que su hijo tenga terreno para jugar. Han puesto un negocio en Badalona, la frutería que se ve en la foto. Viven en Cerdanyola del Vallés...les gustaría quizás trasladarse a Valencia donde su hermana Sara, que también tiene un bebé, Gael. Buscan vida familiar, no tener que trabajar mucho, no perder mucho tiempo yendo y viniendo del trabajo....¿siguen buscando realmente?. Quizás menos, quizás de otra forma, buscan diferente. Se han asentado, su vida se va fijando...atrás quedó conocer gente nueva, o esta ya no es la prioridad. Hace años que no salen, la palabra salir dejó de significar lo mismo de antes.
Sven vivía en plaza de España pero ahora, por circunstancias varias, se fue a vivir con Yvette a Sabadell...era algo temporal o quizás no pero se ha quedado. Está bien, tiene una edad, quiere estabilidad, comodidad...Barcelona es caro. Quedamos para ver el fútbol pero al final prefiero quedarme con mi primo Antonio porque estoy durmiendo en su casa y hace una cena. Él y su novia, Carmen, prefieren una vida tranquila, más natural que ciudadana...la gente, el agobio, no les atraen. Sven ya no está en la ciudad, tendría que venir a verme. Íbamos a hacer el esfuerzo, la excepción, pero ver la champions en un bar ya se ha convertido en eso, en algo excepcional. Cada vez cansa más salir, ir al bar por la noche, no digamos ya la discoteca, el alcohol y toda la liturgia. Si además tienes pareja y trabajas toda la semana te da pereza...¿Para qué?. Todo aquello pasó....
Mathieu, el belga, tras tener varios pisos en Valencia, se mudó a Burjassot con Alejandra, de Colombia. Dejó atrás a su compañera de piso ancestral, Claudia. Los motivos supongo que son idénticos: aparco más fácil, voy a la ciudad por cosas concretas, vivo en pareja por menos dinero,etc...ya podemos observar, a estas alturas de post, que hablamos de una tendencia clara, de una gran migración.
¿Que se queda en el centro?: la cultura quizás. La animación, la gente nueva, el ir y venir, la indefinición, el bullicio, el ir y venir, las salidas, la búsqueda cansina, eterna y obligatoria de aquel que no encontró. ¿O del que no quiere encontrar?. Algo parecido, algo intermedio. ¿Y qué pasa en el pueblo?. En el pueblo el centro es una periferia y el que busca desorientado no se siente "à l'aise". Algunos resistentes, quizás el también francés Thomás, se reiventan sin cesar en el eixample izquierdo. Marc, aunque está con Ana y vive en una periferia autoimpuesta, no quiere salir de la ciudad...quizás su vivencia de la periferia total en su pueblo de los Pirineos le previene del aislamiento. A más ver