He vueto de Madrid, de la Feria del libro de Madrid, hace 4 días. En lo que va de año habré estado 4 veces en Barcelona, otras tantas en Valencia y ahora dos semanas en la capital. ¿Dónde vivo, dónde he vivido?.
Si recapitulo en 2000-01 viví en Sant Vicente del Raspeig, en la residencia Ezme. Pero realmente vivía en la Universidad, entre clases y papeles. En esta época aprendí a leer periódicos. Recuerdo la primera vez que me compré la vanguardia en la plaza de los pescados, delante de la academia wall street, donde el teléfono del Clemente (s'ha disgustat).
En 2006 fui a Valencia. Luego en 2007-08 salté a Barcelona. Volví a Crevillent en 2008 Septiembre) pero...¿Estuve en Crevillent o en el instituto de Elche y por la provincia de tour político?. Parece que la idea de tour, de campaña permanente, me atrae, me persigue. En 2010 volví ha Barcelona hasta 2012...y en el 13 y en lo que va del 14...¿Dónde he vivido?. Desde luego mucho en los libros, como siempre...pero ahora los libros se entremezclan con los espacios virtuales donde hablo de libros, con la web y sobre todo con twitter. Y aquí está Juame, el jefe, el buen perro Juame, puro presente, que me visita mientras escribo este post. Parece que no pero él también ha viajado..¿No Jaume?. Cuando hacía la tesis vivía-huía en el mundo de Fuster, en el valencianismo político, en una pancataluña ideal que crecía en mi mente de la mano de José Luís.
Ahora, como digo, vivo en la república virtual de aquellos que aman los libros, la lectura e internet. Vivo en las ferias, en las presentaciones. Intentamos crear el futuro de la lectura. Veremos...¿y Crevillent?. Ya notaba el año pasado, por este mes de Junio, que necesitaba, tras tanto internet, re-vivir en un espacio físico, en un lugar. Salía a la calle y notaba que la necesitaba, alienado (para bien o para mal) como estaba.
Y es que Junio es mes de balances, sobre todo finales de junio. Normalmente respiraba aliviado tras el final de curso y me zambullía a esa zona protegida, también virtual, que era el mundial y la eurocopa.
Este año he acabado cansado de tanta web, de tanto click, de tanta semana fuera. Parece que Emilio está más tranquilo, que me deja parar, estar quieto y por que sí. Veremos también. ¿Y Crevillent?, preguntaba, ¿Y Crevillent?. #Volver, siempre #Volver. Volver a la religión, ahora son las fiestas de la Santíssima Trinitat. Volver al Qui s'ha mort?, a la horchata del Caldós, a los padres..hoy no salgo, ya no salgo. No salir es quedarse y me quedo con Juame que ahora se va a buscar a Julia que está en Granada pero volverá. Volver.
Yo no hubiera ido a la rambla. Siempre viví aquí sin vivir...no comulgué, recuerdo a la maestra disculpándose en parte por no darme el regalo en 6º o 7º, el regalo que dio a todos los niños el año que comulgamos. Siempre un poco "the odd one", el que no comulga. Mis padres siempre se han sentido fuera del "tout crevillent", del paso, de la semana santa, de la comparsa, de la romería, de la carrera por la sierra, de la san silvestre, de la boleta del quixal, del San Pascual y de tantos otros san. Bunkerizados se sienten molestos ante el ruido que nuestro co-villeros hacen, ante sus fiestas, celebraciones y saraos, aquellas con las que amenizan dulcemente su vida de pueblo, placentera, mediocre y consabida. Perpetúan la tradición y esto es bueno, no lo olvidemos, no olvidemos la montanyeta del sants y el inmarcesible devenir del ser de los tiempos...
Jaume y yo vamos para la rambla. Una serie de tribus de Crevillent la pueblan...primero los corredores, la tropa del Esteve. Siempre de montanya en montanya, de marcha en marcha, de trotada en trotada...se mueven, hacen deporte, comparte afición, se amistan entorno a las salidas naturales que los sincronizan con su entorno. Pasan a diferente marcha...avanzando un grupo de personas mayores: ellas blusa y zapatos de tacón, ellos, sesentones o más, pantalón clásico, zapatos y camisa por dentro. Van al auditorio de la casa de cultura que, al falta de teatro Chapí, es lo único que tienen. Es algo de la coral, asoma la esperanzita....más adelante, en la calle del robo, una extraña fiesta familiar en un garaje...música folklórica, descamisados, borracheras tontas de media tarde, sillas de madera en la calle. Un tipo subido en un camión y chavales de 14 años que encuentran pareja y se casarán con la amiga de su prima a la que conocieron en esta berbena semi rural, consuetudinaria. Jaume sigue tirando, avanza y me hace avanzar. Un semi parque de esta rambla nuestra, antes vacía central, es usado por inmigrantes magrebíes, mujeres y niños. Fútbol, ping-pong jugado con las manos, altaricos; un poco más arriba otra fiesta garajera en los maseros. Recuerdo que el Gomis me llevó allí una vez. Emilio traga, quizás no soporta que escriba tanto, me pide que lo deje. Jaume se ha ido, a esperar a Julia en la puerta. En los maseros, decía, fiesta...chavalas de 16 bebén sus primeras cervezas y bailan algo...la falta de bares y discotecas locales lleva a estas agradables fiestas en los bajos de las compararsas. Veo a Susana, la nieta de mi amigo Salvador Poveda, guapa y con el enésimo novio.
Ya es hora de volver Juame...¿dónde vivo pues?, ¿Qué es esta vida de rambla para mi?..en mis oídos aún resuena el "hoy firma" de las casetas de retiro, me he pasado bien vídeos de la barcelona para-moderna de Bibiana Ballbé, que pasea por el Raval contenta con sus fotógrafos, bloggers, diseñadores, actores y demás ultra-líquidos creadores de una Barcelona que me gusta, que busca a Europa y al mundo. El lunes volveré a tuiter, a los mails, a país virtual de editoriales y lectores entre iberoamérica y España...y mientras leo a Rifkin, el fin del trabajo y vivo en la depresión de los 30, en el new deal y en este texto del 94 donde se vislumbra un futuro de tecnología y para masivo.
¿Y el mundial?. Como España, que está eliminada, he llegado agotado a esta cita brasilera, agotado y sin ganas de fútbol. No sé si me meteré en la competición. Acabo de ver el primer partido que observé con interés...un magnífico Alemania 2-Ghana 2, con una trepidante segunda parte. Espero que Ghana pase, se lo ha merecido. En la rambla, a pesar de haber dejado atrás temores basado en el desconocimiento y en la pulsión de huída, habla a Juame en francés. El es efecto Nuria, de Murcia de aquel día.
Chez moi, c'est ou chez moi?. Je ne sais pas....