Más de un mens sin aparecer por aquí. Como han cambiado las cosas. He de decir que mi otro blog, Ecosdesumer, al que dedico bastante tiempo, está teniendo una aceptación muy notable seguramente por encima de la calidad de su contenido. También es verdad que dedico un cierto tiempo al promocionar sus contenidos, sobretodo a partir de twitter y enlaces que dejo en páginas y blogs.
Por otra parte me parece que he peridido intimidad. Antes escribía aquí sabiendo que no me leería nadie o casi nadie. Ahora pienso en la audiencia, pongo fotos entre párrafos para que la lectura no sea muy pesada,etc. Pienso, por lo tanto, en el lector. Eso no es bueno ni malo, es diferente. La verdad es que pretender llevar un diario íntimo escribiendo en internet es un contrasentido quizás estúpido pero lo importante era el calor y el sosiego que sentía y que creo que echo de menos.
Sea como fuere este blog me ha ayudado mucho a seguir pensando, a sobrellevar los días, aquellas jornadas en las que escribir era necesario para vivir. Trataré por este motivo de no desaparecer totalmente de aquí.
Hoy les quiero hablar brevemente, con ese estilo suelto, sin repasar, que caracteriza a esta bitácora. Y les quería contar una historia de familia trágica y estúpida. Hace bastante tiempo en España cada pueblo tenía su caja. La de mi pueblo, Crevillente, creo que se llamaba la Caha de nuestra señora de los dolores. La idea era sencilla: los ahorros del pueblo se ponían al servicios del pueblo para financiar a los vecinos, a las empreas locales. Con el tiempo estas pequeñas entidades se fueron fusioando: así, los dineros de Novelda, Aspe, Orihuela, Catral, Sant Vicent de Raspeig, Ibi, Beniel, Santomera, Águilas y otras muchas localidades de las provincias de Alicante y Murcia(de nuevo la conexión sureste muestra tener una firme y tozuda realidad sociológico, lo siento Don Joan)se unían para formas la CAAM, la caja de Ahorros de Alicante y Murcia. Más tarde pasó a ser simplemente CAM y a ser solo de Alicante y los murcianos, supongo que con su flamante comunidad autónoma uniprovincial ya estrenada, crearon caja Murcia.
Pasó el tiemp y la CAM se convirtió en Caja Mediterráneo. Si no recuerdo mal era la 4 o 5a de España. La provincia de Alicante, no me canso de repetirlo, es la 4 en póblación de España tras Madrid, Barcelona y Valencia. Territorio particular, suprepoblado de ciudades medias, con mar, turismo, tejido industrias diverso, exportador, dispone de puerto, de uno de los aeropuertos más imporantes de España...que potencial señores. Sin embargo la CAM ha sido(desde siempre según me cuentan)gestionada según un modelo de cooptación, basado en el puro enchufe. Legiones de incompetentes dominaban el capital de un pueblo que, manso, confiaba en un banco que ellos llamaban simplemente "La caixa".
Pero la mala gestión sumada a la crisis del ladrillo llevó a una pésima situación en el que los dirigentes de la CAM en su sobervia torpedearon un fusión que podría haber significado mantener cierta indepedencia. No contenos con esto organizaron una estafa piramidal de cliente incautos mediante las cuotas participatias, especie de acciones...¿pero no era una caja no podía tener acciones?. A mi y a miles más me ofrecieron. A mis familiares, modestos, les volaron miles de euros, igual que a tantos otros: hablamos de pequeños ahorradores, empresitas, gente mayor familias. Lamentable...vaya manera de autodestruirse y fagocitarse a si mismo.
Llegó,,,por suerte(??!!)el banco Sabadell y compró por 1 euro para tratar de reflotar el asunto. Los letreros de las surcursales pasan de ese amarillo naranja característico con el logo simplista y curtre de la CAM al azul catalán...por ahora le llaman SabadellCAM. No creo que dure mucho, lo que los analistas de la transición suave haya previsto que le costará al pueblo llano acostumbrarse a que su banco ya no se llama CAM. Una pena, una destrucción del capital social total, una caída de la obra social necesaria. De nuevo la provincia tiene que ser enmendada por Madrid o Cataluña. Falló, recogamos a Ortega, la élite. Una élite cutre, chabacana, estafadora, que demostró no creerse a su pueblo y dimitió en el caudillaje justo y necesario de los ahorros de sus conciudadanos. Un pena, una putada. No obstante, Adelante Alicante.
